Si Alcañiz es motor, la combustión de su gasolina suena a guitarras, a electrónica, a nuevas tendencias, a folk, a bandas y a lo que se le pone por delante. Su inquietud cultural y sus músicos estuvieron muy presentes en la gala de los 22º Premios de la Música Aragonesa Aragón Musical de la que la localidad turolense fue una gran anfitriona. Lejos de intentar situarse a la altura de las capitales de provincia, son éstas a las que les toca en el futuro intentar igualar el listón.

Las instantáneas que ilustran este texto están tomadas segundos después de la recepción de cada premio por parte de sus protagonistas. El fotógrafo Jal Lux consiguió plasmar esa sensación más especial que nunca de recibir un reconocimiento en un momento tan trágico, en plena supervivencia a la etapa más difícil para la cultura de las últimas décadas.

Zahara es una gran estrella. En su actuación ha quedado patente. Se nota en las miradas de la gente que observa cómo avanza por los pasillos interiores del privilegiado Anfiteatro Pau Pinos y se sitúa frente a los focos. Antes de la gala, los medios de comunicación han estado muy pendientes de sus movimientos. Conversa con todo el mundo, ríe y conecta sin mayor problema con quienes quieren intercambiar pareceres como mujer de lo más corriente que también es. La alcañizana Anaju guarda buena amistad con ella. Hacen el amago de abrazarse, pero mejor no. Ríen, hoy es el mejor día para ello. Anaju se ha llevado, además, Mejor solista, uno de los grandes; y encima desde su localidad natal. No puede quitarse la sonrisa, que sobresale de su mascarilla, tras firmar una gran actuación ante un público presente de gran exigencia y muchas personas que están pendientes de la emisión de la gala desde Aragón TV, aunque, principalmente frente a su familia. Abandona las bambalinas y se sienta al lado de sus padres, notablemente orgullosos.

Andrea Fandos, protagonista del filme Las niñas, acude a su cita con el fotógrafo con una visible timidez. Le ha tocado representar a la película española más laureada de los últimos tiempos. En la cinta hay grandes referencias musicales a Aragón y hoy ha sido Aragón quien la ha premiado y en esta ocasión desde el ámbito de la música. Hacía también falta. 

Una de las formaciones del momento, Lady Banana, aparece en escena. Lo hace dando saltos, no puede contener su alegría, junto a Ana Escario y Adela Moreno, las realizadoras de El síndrome del aniversario, videoclip ganador. Cuatro grandes jóvenes mujeres dibujadas por el lienzo digital de 2021 que con la pluma analógica de siglos pasados hubiera quedado en blanco. Sostienen, junto a la escultura de José Azul, un trofeo de la Academia del Cine Aragonés. Doble alegría. Hay más mujeres contentas. Eva McBel vio cómo la crítica encumbraba a lo más alto su referencia de debut; ese mismo trabajo, es el epé más importante del fatídico año también para estos premios. Otra mujer de bandera como es Isabel Marco ostenta el récord de música aragonesa con más carretera y guitarra del último año. No se va con las manos vacías y muestra a Alcañiz dos días después de tocar con su banda ahí mismo, lo que sabe hacer con una guitarra y un piano.

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La trastienda de los Premios de la música aragonesa JAL LUX

Joaquín Carbonell estuvo presente. Su músico y productor Richi Martínez fue Joaquín por unos minutos como uno de los artífices del gran disco resumen de una trayectoria musical truncada en el mejor de los momentos de Carbonell. El mejor disco de 2020.

Si seguimos hablando de estrellas, hay que hacer referencia al Rey. Abanderado del equipo olímpico de la música aragonesa, Cuti se llevó el premio de mejor directo tras una anterior gala en la que fue el gran triunfador. Sus conciertos rozan el cielo como pudimos comprobar en este mismo escenario de Alcañiz solo un día antes, a modo de calentamiento a la entrega.

Había que celebrar no por celebrar sino por reconocer tanto esfuerzo extra dedicado al maldito 2020. Lo sabe bien la Plataforma Intersectorial de la Música, que abandona el escenario y baja a fotografiarse. José Manuel, Marcos y Jorge han sido claros desde ahí arriba. Agradecidos de recoger un premio y no, por esta vez, «tener que salir a protestar, a pedir y a reclamar cosas». Con semblante serio y sin quitarse la mascarilla, miran a cámara.

Don Ignacio Micolau se muestra también sereno. En sus ojos observamos esa inquietud del que no deja de ser joven porque sigue apasionándose por la cultura como siempre; han sido cuatro décadas de agitación desde el Ayuntamiento de Alcañiz.

Los eternos nominados Starkytch Pinchadiscos suben de nuevo al escenario de una gala de los Premios de la Música Aragonesa aunque en esta ocasión ni van a presentar el show ni a entregar galardón alguno. A la sexta va la vencida y recogen muy emocionados la categoría a mejor disc jockey. Posan señalando al corazón, ese que la música nos hace bombear y que hoy precisa de más sangre.

Los más de 30 músicos que han abierto la jornada, la banda Asociación Musical Lira Alcañizana, que han homenajeado a Antón García Abril, no caben en la foto. Los veremos al completo, pues, en la sección A la carta de Aragón TV.

Desde el set de fotografía no cesan las miradas cómplices. Sustituyen a unos abrazos que llegarán a su tiempo. No es el momento. Las mascarillas desaparecen. Dejan de ocultar las emociones de las personas retratadas. Parece que todo volviera a su cauce. Pero sucede durante solo unos segundos, con pocas ganas de repetir tomas por si acaso, y en un contexto de crisis económica para la cultura que hace de esta fiesta un paréntesis de oxigenación ante lo que aún queda por delante.