Una pared en blanco, el casco de un motorista o las zapatillas de una estrella de baloncesto. Cualquier superficie es válida para Víctor Manuel Lozano, conocido como Lolo, para dejar volar su imaginación y convertir el vacío de color en una nueva obra de arte. Este zaragozano, residente en el municipio turolense de Fuentes Claras, ha convertido su afición en su modo de vida.

El germen de todo está en la infancia. "Desde niño me llaman Lolo y desde niño estoy siempre dibujando, siempre se me ha dado bien", comenta Lozano, que reconoce que nunca fue un estudiante brillante. Su poco gusto por los exámenes no le privó de estudiar en la universidad y graduarse en Historia, que le abrió el camino de su primer trabajo como dibujante profesional: "Trabajé en el dibujo arqueológico, en la representación gráfica de los materiales de las excavaciones". La crisis de 2008 se llevó por delante el presupuesto de las campañas arqueológicas y Lozano cambió la tierra por los ordenadores, cuando inició estudios de diseños de páginas web y trabajó en marketing.

Este cambio le ayudó a crear la página web Quepintoaqui.com, donde recopila todos sus trabajos. Todas las obras que se pueden contemplar en este portafolio digital están hechas por un artista "completamente autodidacta", ya que Lozano nunca ha asistido a ninguna clase o curso de artes plásticas. El artista presume de su trabajo y señala que la mayoría están hechos con la técnica de la aerografía, porque es "mi favorita y la que me permite pintar con la precisión que quiero". Un artista que ha aprendido todo por sí mismo y que solo cuenta con la ayuda de su mujer, que le "echa una mano con los fondos y el montaje". El dibujante se plantea en el futuro iniciar una carrera como profesor, como artista especializado en la aerografía, e intentar "descubrir algún talento con el que pueda colaborar".

Sus dibujos ya son conocidos en Aragón, aunque Lozano defiende que la mayor difusión sigue dándose "en internet", de ahí que "mi gran apuesta fuera en la página web, ya que el pueblo te da facilidades para tener un estudio pero te quita visibilidad". En la comunidad autónoma ya se pueden ver alguno de sus murales, como el que hizo en Fuentes Claras con un mensaje contra la violencia de género o en el que está trabajando en Odón, en un enfrentamiento entre San Jorge y el dragón. "Es una alegoría de la lucha de los pueblos contra la despoblación", señala el artista.

El crecimiento de su trabajo y su exposición, sobre todo en redes sociales, no le hace despegarse de Fuentes Claras, donde mantiene su lugar de trabajo: "Me he empeñado en emprender en mi pueblo y lo voy a conseguir". Lozano cree que el mundo rural tiene ventajas frente a la ciudad, "porque necesitas un local grande para tener las pinturas y un pequeño taller", y demuestra que la vida no es tan diferente en las localidades más pequeñas: "En los pueblos también hay gente con inquietudes". Lozano confía en que la situación mejore dentro de un tiempo y se deje de pensar en la despoblación como el único tema en torno a los municipios, "porque es un mensaje horroroso y hay muchas cosas buenas en los pueblos".

Sus murales, que también realiza en casas particulares, los que más llenan a Lozano como dibujante, porque "permiten trabajar con mucha libertad, sin tener que seguir, normalmente, un esquema muy fijado". Algo que sí ocurre, por ejemplo, en el diseño de zapatillas o cascos, "donde hay que hacer lo que pide el cliente". Lozano también se atreve, desde hace un tiempo, al diseño de tatuajes: "Es especial porque lo va a llevar la gente en la piel y consiguen un diseño totalmente único".

Después de haber decorado todas las superficies imaginables, el artista zaragozano quiere llevar su arte un paso más allá: "Creo que con el reciclaje y en la decoración hay una nueva oportunidad: en lugar de cambiar de muebles, se pueden pintar y darles otra vida". Lolo no se separaba de los lápices de pequeño y ahora no lo hace del spray, en busca de una pared, un par de zapatillas o los armarios de una cocina.