El cineasta oscense Carlos Saura ya homenajeó a José Antonio Labordeta en su película musical Jota al introducir en la cinta la canción Rosa Rosae. El realizador ha vuelto de nuevo su mirada hacia el cantautor aragonés, centrándose otra vez en el mismo tema. El resultado se podrá ver el próximo mes de septiembre en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, ya que Rosa Rosae. La Guerra Civil  inaugurará la 69 edición del prestigioso certamen. Este cortometraje documental es un homenaje a los niños de la guerra a partir de la canción homónima de Labordeta y de fotografías intervenidas y dibujos de Saura.

En concreto, el cineasta oscense crea y recupera más de una treintena de imágenes, dibujos y fotografías que imprime, manipula, con las que juega y luego filma, para crear una historia que, si bien recrea la Guerra Civil española, también podría reflejar los horrores de una guerra universal, desde la mirada de un niño y su entorno. Con una duración de seis minutos, el corto estará en la sección oficial pero fuera de concurso. De esta forma, Saura volverá a San Sebastián, un festival que ya ha mostrado su admiración por el realizador oscense en varias ocasiones. De hecho, en 2007 le entregó la Concha de Oro honorífica en reconocimiento a su trayectoria. La 69 edición del festival de San Sebastián se celebra este año del 17 al 25 de septiembre.

La presentación del corto en el certamen donostiarra demostrará que el cineasta oscense sigue al pie del cañón a sus 89 años. No en vano, Saura volvió a ser noticia el pasado mes de abril, cuando comenzó a rodar el cortometraje Goya 3 de mayo, una reconstrucción de 20 minutos sobre una de las obras más conocidas del pintor de Fuendetodos. El proyecto, impulsado por Aragón TV, se enmarca en los actos organizados por la DGA para conmemorar el 275 aniversario del nacimiento de Goya.

Los medios de comunicación pudieron visitar en abril el set de rodaje, en el que participó un equipo de 100 personas y un total de 45 figurantes. Goya 3 de mayo narra el fatídico episodio de la guerra contra Napoleón a través de un puente que sirve de nexo entre dos escenas principales: el camino de los presos al cruzarse con el ejército francés y su posterior fusilamiento, aquel que Goya pintó. Saura explicó durante el rodaje que una de sus inspiraciones, además del cuadro, habían sido Los desastres de la guerra y grabados como Cuerda de presos, que precisamente actúa como prólogo en el filme.