Empezó solo como una idea ilusionante y ya se ha convertido en una realidad. El proyecto Rúa Feliz ha logrado transformar la imagen de la calle San Antonio María Claret de Zaragoza en apenas nueve meses gracias a la creación de nueve murales en otros tantos comercios. La intervención ha constatado que las iniciativas ciudadanas también pueden ser motor de transformación artística. Y quiere seguir demostrándolo. Rúa Feliz trabaja para abrir su radio de acción y ya cuenta con algunos proyectos en la Magdalena y en Torrero, pero a corto plazo va a «seguir alegrando» la zona de Universidad.

Así, los próximos dos fines de semana han organizado un concurso de murales que se realizarán en directo para que cualquiera pueda conocer cómo trabaja un artista urbano. Se actuará en otros cinco locales de San Antonio María Claret y los tres primeros clasificados recibirán bonos de compra y descuentos en los comercios de la zona. Para elegir las obras ganadoras se abrirá una votación a través de su Instagram: @_ruafeliz_. «Queremos que el proyecto siga creciendo para revitalizar y dar color a la zona. De hecho, nuestro objetivo último es hacer de este distrito el barrio de las artes de Zaragoza aprovechando el espíritu universitario y que hay muchos locales cerrados», explica la impulsora de la iniciativa, Leire Rial, que regenta desde hace 14 años un centro de estética en la citada calle.

Ese fue precisamente el germen del proyecto: que el deterioro que viene sufriendo la zona en los últimos años diera paso «al color y a la alegría». «La gente en esta zona es majísima y bastante alegre, mientras que las calles son oscuras y tristes, y eso es lo que pretendemos cambiar», subraya. Por eso, siempre han tenido claro que había que actuar sobre los locales cerrados «porque entristecen mucho la zona». «Lo más difícil es localizar a los propietarios», reconoce Rial, que para impulsar el proyecto ha contado con el apoyo de algunos comercios del barrio «y de buenas amigas».

Uno de los requisitos era que todos los artistas cobraran por su trabajo. Para ello, y teniendo en cuenta que la iniciativa ha nacido sin el apoyo de instituciones y administraciones, Rúa Feliz impulsó un sistema de mecenazgo. Por solo 25 euros, cualquiera puede convertirse en un mecenas del arte urbano y conseguir que el escaparate de un local cerrado y sucio irradie luz (las intervenciones en los comercios que están abiertos han corrido a cargo de los propietarios de los mismos).

El proyecto pretendía de esta forma apoyar la producción cultural en la ciudad, ya que otra de las condiciones era (y es) que todos los artistas participantes sean locales. «También nos marcamos el objetivo de que la mitad sean mujeres», apunta Rial, que se ha encargado de hablar y negociar con los creadores. Jenni Kärnä Escalante, Pedro Romero, artesandia_zgz o Vera Galindo son solo algunos de los que han participado. Esta última por ejemplo, transformó el exterior del mercado San Antonio el pasado mes de febrero, siendo uno de los primeros murales. Atraídos por el proyecto, los artistas decidieron además bajarse el caché. «Es un proyecto sorprendente y muy positivo porque puede ayudar a dar visibilidad a los comercios de la zona y mejorar la imagen de la ciudad», destacó en su día la ilustradora y diseñadora gráfica Vera Galindo.

Revitalizar la ciudad

Porque obviamente ese es otro de los objetivos de la iniciativa: revitalizar el consumo en la zona y dotarla de vida. Y más en un momento como el actual, en el que la crisis del coronavirus ha demostrado que una ciudad sin tiendas y comercios es mucho más triste y oscura como pudo comprobarse durante el confinamiento.

Seguidora del arte urbano y conocedora del Festival Asalto, Rial se propuso hacer algo parecido a pequeña escala y poco a poco lo está consiguiendo. De hecho, hace unos días se realizaron en el municipio zaragozano de Nigüella dos murales colaborativos y se prevén otros dos más. «Y todo gracias al boca a boca», destaca Rial.

El mismo que ha hecho que la Junta Municipal del Distrito Universidad colabore en el concurso de estos próximos fines de semana sufragando cuatro de las intervenciones.

Otro de los objetivos de la iniciativa es crear una red de formación para que artistas sin experiencia puedan colaborar en murales de reconocidos artistas y aprender así sus técnicas y conocimientos, como hizo recientemente la zaragozana Ineso con Jenni Kärnä Escalante (@jenkastudios).

Rial sueña con que algún día la zona se incluya en las rutas turísticas de la ciudad para poder contemplar el talento de los artistas locales. Para ello ya han contactado con la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza, que ha acogido con los brazos abiertos la propuesta. «Respecto a locales y artistas tenemos lista de espera, así que si recibimos apoyo la semilla que hemos plantado puede seguir creciendo», concluye Rial.