El Marqués de Sade es conocido en la cultura popular por sus relatos eróticos y su explícita narración de las relaciones sexuales. Detrás de esta superficial percepción se esconde uno de los grandes escritores de la literatura francesa. Para destapar uno de esas grandes novelas olvidadas, Antonio Tausiet ha creado su propia edición de Aline y Valcour, la primera que recoge íntegramente esta novela en castellano.

Tausiet se acercó al Marqués de Sade cuando conoció que el francés «era uno de los autores favoritos de Luis Buñuel», cineasta al cual ha estudiado profundamente. Tras hacer un listado con toda la bibliografía completa, Tausiet se dio cuenta de que en español «solo había unas ediciones baratas e incompletas, hechas en los años 80». Fue en ese momento cuando decidió emprender esta aventura literaria, que ahora busca una editorial para ser difundida.

La edición de Aline y Valcour de Tausiet incluye 30 ilustraciones, de las cuales 16 «son los grabados que aparecían en la edición original de la novela». El zaragozano también ha añadido varios textos introductorios, «en los que se explica la biografía del marqués, se cuentan los objetivos de esta edición y se recopilan algunos textos de otros autores», y más de 300 notas a pie de página: «El texto tiene más de 200 años, por lo que las notas sirven para aclarar algunas cuestiones y hacerlo más accesible al lector». La trabajada edición de Tausiet, «en la que he estado implicado muchos meses», se cierra con el listado completo de todas las obras del escritor francés.

La inmersión de Tausiet llega incluso a la traducción, ya que un puñado de páginas nunca se habían trasladado al español. «Hice la traducción a partir de la novela original y ayudándome de algunas ediciones más modernas», comenta el zaragozano. Uno de los fragmentos traducidos por Tausiet es Una novela española, fragmento del libro que se desarrolla en Toledo y que nunca antes se había podido leer en castellano.

Esta obra del Marqués de Sade traspasa las barreras literarias y se cuela en las históricas: el autor la escribió desde la cárcel de la Bastilla, en plena Revolución Francesa: «Sade marca con este libro el fin del absolutismo, el cambio de la Edad Moderna a la Edad Contemporánea».

Alain y Valcour es una novela «total», que incluye en su interior a casi todos los géneros. La literatura de viajes, las utopías, la novela de aventuras o las distopías caben en las casi 1.000 páginas que componen la edición de Tausiet. Escrita en modo epistolar, a través de un continuo intercambio de cartas, el Marqués de Sade narra «de una forma muy ágil y cómoda de leer» una trama interesante y una introspección al ser humano, para descubrir a la persona y a la sociedad al completo. Las reflexiones se incluyen desde el subtítulo original del propio libro, publicada como Aline y Valcour o la novela filosófica.

Tausiet cree que la novela no necesita ninguna explicación ni ninguna campaña para ser leída: «Lo que se dice de que Shakespeare resume el género humano en sus obras también lo tiene este libro». El Marqués de Sade consiguió en este texto «una novela amena y muy instructiva». Los enredos amorosos, el estudio de la sociedad, las reflexiones sobre la política o el fino humor, «que es clave para el desarrollo de la obra», definen una novela que para los pocos que han podido acceder a la edición de Tausiet está siendo «todo un descubrimiento». «Esta novela no contiene sexo explícito, lo que la diferencia de los libros más conocidos del Marqués de Sade», reflexiona el editor, que considera que esta es una de las claves de su poca trascendencia. «En España, Sade es considerado un autor más de la cultura popular, pero en Francia es visto como alta cultura», sentencia Tausiet, que ve al Marqués de Sade «a caballo» de las dos categorías.

Deseando que en un futuro cercano la novela vea la luz de la mano de una editorial profesional, Tausiet esgrime un último argumento para que se considere su propuesta: «El Marqués de Sade reconoce en varias cartas que Alain y Valcour es su novela favorita de entre todas las que escribió».