Villanueva de Gállego acogerá este viernes el acto central en memoria de su vecino más ilustre: Francisco Pradilla, calificado como el mejor pincel aragonés solo por detrás de Goya y del que este año se celebra el centenario de su muerte. Su localidad natal le rendirá tributo entregando a su familia el título de hijo predilecto, al tiempo que se inaugurará un busto de bronce y la remodelación del Espacio Pradilla, en el que a partir de ahora se podrán ver de forma permanente los ocho lienzos y 35 acuarelas de titularidad municipal. Al acto está previsto que acudan el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el secretario general de Cultura del Ejecutivo central, Víctor Francos.

Aragón, y muy especialmente su localidad natal, se están volcando este año con el centenario de Francisco Pradilla (Villanueva de Gállego,1848-Madrid, 1921). El Museo de Zaragoza ya acogió entre mayo y septiembre una exposición sobre el pintor aragonés, mientras que la Lonja inauguró el pasado 8 de octubre una notable antológica que se podrá visitar hasta el 9 de enero. Dos muestras que han servido para reivindicar la obra de un gran artista que, además, llegó a ser director de la real Academia de España en Roma y del Museo del Prado.

El busto de bronce, obra del escultor José Gabriel Astudillo, se colocará frente al lugar donde estaba su domicilio natal (la casa fue demolida hace unos años por peligro de derrumbe). No será el único que se instale, ya que el Ayuntamiento de Villanueva ha decidido regalar tres copias a las ciudades que fueron importantes en la vida de Pradilla: Zaragoza, Madrid y Roma. El de la capital aragonesa se inaugurará el 11 de noviembre en la plaza de los Sitios, el de Madrid se colocará en diciembre en el Paseo del Pintor Rosales (cerca de donde vivió Pradilla), mientras que aún no hay fecha para el de Roma.

Al acto de este viernes asistirá la nieta de Pradilla y familiares directos del pintor. En la conmemoración se proyectará un vídeo de la grabación que se realizó el pasado 3 de octubre durante la recreación histórica que acogió la localidad zaragozana, una iniciativa que recordó la última visita del pintor a Villanueva en 1921 y en la que participó entre otros el actor Carlos Olalla.

Esta no ha sido la única actividad que ha programado el consistorio con motivo del centenario de su muerte. También ha impulsado la creación de un cómic sobre su vida, a cargo del ilustrador aragonés Chesus Calvo, que podría presentarse en diciembre, así como dos murales de arte urbano inspirados en la obra del pintor en la fachada trasera del ayuntamiento y en una nave municipal.

Además, se va a desarrollar un ciclo de conferencias, en dos líneas diferentes: la primera, la artística, que comenzará el 3 de noviembre y contará con el historiador del arte experto en el pintor, Wifredo Rincón; la catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza Concha Lomba y el conservador del Museo del Prado Javier Barón; y otra línea de contexto histórico con los vecinos de Villanueva Carlos Urzainqui y Ramón Ortiz. Esta última se celebrará en el mes de febrero.

Los actos del centenario arrancaron con la celebración de una nueva edición del Concurso de Pintura Francisco Pradilla, con horizonte internacional y uno de los más importantes de la comunidad, después de que el pasado año tuviera que suspenderse por la pandemia. Además, el ayuntamiento ha impulsado actividades para escolares como un concurso literario y otro artístico.

Pero sin duda, la mayor apuesta ha sido la transformación de la antigua sala de exposiciones situada en la Hermandad Sindical en Espacio Pradilla, donde se podrán ver las obras del autor de titularidad municipal (ocho lienzos y 35 acuarelas), y que verá ampliado su espacio expositivo. 

Nacido un 24 de julio de 1848 en Villanueva de Gállego y fallecido en Madrid un 1 de noviembre de 1921, Pradilla fue un gran pintor, director de la real Academia de España en Roma y del Museo del Prado. Aprendió con dos pintores decoradores en Zaragoza. En 1863 se trasladó a Madrid, donde estudió a los antiguos maestros. En 1874 fue pensionado en la primera promoción en la Academia de España en Roma. Su primer cuadro de importancia fue El rapto de las sabinas para las oposiciones a la pensión de la Academia española en Roma, al que siguió en 1878 Doña Juana la Loca, como trabajo de dicha pensión. Por este colosal cuadro obtuvo medalla de honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes (España) de 1878 y una medalla de honor en la Exposición Universal de París de 1878.