Juan Naya pasó gran parte de su infancia viviendo con sus abuelos. En Villanueva de Sigena, los viajes hasta el huerto eran habituales. «En aquellos caminos, siempre me cruzaba con el monasterio», explica Naya, que a base de preguntas e historias del pasado descubrió «que este edificio escondía mucha historia». Varias décadas después, este físico aragonés presenta en Aragonia la película El sueño de Sigena, un film de RTVE y Benecé Producciones dirigido por el director mexicano Jesús Garcés.

El niño que se crio en la localidad oscense mantuvo durante mucho tiempo su interés por el monasterio. «Cuando tenía nueve años, soñé que de mayor iba a participar en la recuperación del monasterio», relata, emocionado, Naya. «Siempre quise saber todo sobre ese lugar», afirma el protagonista y coproductor de una película que le ayuda a cumplir ese deseo infantil.

Naya se fue a estudiar a Barcelona, después a Francia y acabó trabajando para la NASA, institución con la que publicó numerosos artículos de corte científico. Acabada su participación en la asociación norteamericana, hoy Naya es consejero delegado de la empresa Isdin.

Fue en la capital catalana donde volvió, una vez más, a aparecer Sigena: «Cuando cayó en mis manos un libro inglés en el que aparecían numerosas fotografías me di cuenta de que se podía investigar mucho más y podíamos llegar a saber cómo había sido el monasterio en sus mejores momentos». Aquello ocurrió en 2007 y funcionó como «un percutor, que hizo que comenzase en serio a investigar sobre el caso».

Una película inesperada

«Nunca había pensado que el proyecto podía salir hacia delante», confiesa Naya, que recurrió a expertos en la historia del arte y en la conservación del patrimonio para conocer la profundidad de su investigación: «Me recomendaron convertir esos descubrimientos en una película, porque es la forma más sencilla de llegar al público general». Y, sabiendo que la gran pantalla le esperaba, Naya eligió la la película frente al documental: «Es un thriller típico, en el que se descubren cosas. Mantiene hasta el final la incertidumbre que anima a seguir atento al espectador».

El director mexicano Jesús Garcés, ganador del Globo de Oro por Caravaggio en 2018, es el elegido para capitanear la película. «Me quedé estupefacto al ver su película», relata Naya, que ve en el realizador mexicano «un contador de historias magnífico, con una claridad enorme y que ha conseguido que El sueño de Sigena emocione y enganche».

Juan Naya (centro), en uno de los fotogramas de 'El sueño de Sigena'.

La producción va mucho más allá de la reconstrucción de las paredes y los techos del monasterio de Sigena. Por encima del contenido artístico, la película profundiza en conocer la historia del lugar y en saber la influencia que pudo tener en la sociedad durante sus años de esplendor. «Las fotografías del libro fueron un puzle, pero la película exigía mucho más», explica el ideólogo de la historia, porque «era recuperar el trabajo de un maestro que pintó aquellos cuadros línea a línea». Historia, arte y patrimonio se mezclan en torno a un edificio que tiene mucho menos reconocimiento del que merece: «La sala capitular es todo un universo de arte».

Esta nueva visión de la sala del monasterio de Sigena ha descubierto, entre otras cosas, la importancia de este edificio en la historia del arte europeo. «¿Por qué existe una sala de esta calidad en un pueblo perdido de los Monegros?», se preguntaba Naya al comienzo de su investigación. Gracias al proceso ya completado, el físico oscense tiene clara cuál es la posición que debe ocupar este edifico: «Estamos hablando de un lugar que debe ser considerado un Real Madrid o un Barça en la historia del arte».

La reivindicación de Aragón y el futuro del proyecto

El sueño de Sigena ya ha sido estrenado en numerosas ciudades españolas, incluida Zaragoza, donde se puede seguir viendo en los cines Aragonia. Su gira por el resto del país le llevará a Sariñena y a distintas poblaciones de Cataluña. «La película es una exaltación de Aragón», defiende Naya, que ve un carácter reivindicativo en su producción pese a considerar al monasterio «parte del patrimonio de toda la humanidad».

«Mi deseo es que la película nos ayude a valorar lo que tenemos y anime a las instituciones a trabajar en nuestro patrimonio», reflexiona el protagonista del filme, que ya piensa en el futuro del edificio: «Quiero que se consolide, que recupere su función principal y sea un lugar vivo, que pueda ser visitado por los turistas». Un proyecto para los años venideros en el que no tiene cabida el conflicto por los bienes, el cual considera Naya «un problema jurídico que no queríamos que ocupase la película, ya que nuestro objetivo es que la gente disfrute de la belleza que contiene la sala».

Quiero que la película nos haga valorar lo que tenemos, porque el monasterio es todo un universo de arte

Juan Naya - Protagonista y productor de la película 'El sueño de Sigena'.

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El arte románico del monasterio de Sigena es un viaje al pasado gracias al cual Juan Naya se ha reencontrado con sus deseos infantiles pero, también, con su trabajo en la NASA: «El proyecto de recreación se parece mucho a una iniciativa astrofísica: observas, estudias y quieres dibujar un resultado final». Tan importante ha sido su trabajo en torno al monasterio que Naya tiene claro que El sueño de Sigena es «mi último gran trabajo de astrofísica».

Terminada la película, Naya cree que el recorrido de El sueño de Sigena es mucho mayor a su proyección en los diferentes cines nacionales. «El tiempo lo dirá», reflexiona el protagonista, «pero me gustaría que fuera un legado para el futuro». El deseo de Naya es que a nadie le toque pelear tanto como a él para conocer lo que antes sucedió junto a los pueblos aragoneses: «Ninguna generación más debe lamentarse del patrimonio perdido».