Son varias las cuestiones interesantes que plantea la edición de Castelar, hombre del Sinaí en la colección Larumbe de textos aragoneses de la Universidad de Zaragoza. La primera tiene que ver con su autor, Benjamín Jarnés, un nombre con la maldición de los clásicos conocidos solo de tapas afuera pero apenas leído ni entre sus paisanos aragoneses ni a nivel nacional. La propia colección Larumbe se ha encargado de rescatar algunos títulos de Jarnés, aunque su obra novelística, por la que es seguramente más citado en las historias de la literatura contemporánea, no sea precisamente asequible en las librerías.

La segunda cuestión incumbe al género literario de esta obra. En la extensa introducción de Bénédicte Vauthier se analizan detalladamente las características de las biografías de Jarnés, que escribió cuatro dentro del equipo de autores que participaron en la colección Vidas españolas e hispanoamericanas del siglo XIX ideada por Ortega y Gasset y Melchor Fernández Almagro en el primer tercio del siglo XX. Esta colección seguía la estela que otros autores europeos habían emprendido con la llamada nueva biografía, en la que el rigor documental se enriquecía con la voluntad estilística para producir un género en sí mismo, algo que a Jarnés le tenía que agradar, como puede apreciarse en su soltura desarrollando la vida del orador y político Emilio Castelar.

Esta es la tercera cuestión de interés del libro, la propia figura de Castelar y la manera con la que Jarnés la presenta a los lectores. Lejos de caer en el ditirambo, pero eludiendo igualmente la aburrida referencia enciclopédica (o wikipédica, si se quiere ser más moderno), el autor ofrece una biografía que va más allá de la sucesión de hechos de una vida y lo sitúa no solo en la época y el pensamiento en los que vivió, sino en los contemporáneos de los lectores del momento. Y curiosamente, leerla hoy resulta mucho menos anacrónico de lo que podría pensarse, 86 años después de su publicación.

'CASTELAR, HOMBRE DEL SINAÍ'

Benjamín Jarnés

Prensas de la Universidad de Zaragoza

268 páginas