El culebrón del Centro Musical Las Armas podría estar a punto de llegar a su fin. El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza ha diseñado por fin el que podría ser el nuevo modelo de explotación del espacio ubicado en la plaza Mariano de Cavia y ya lo ha enviado a los distintos grupos para que estos trasladen sus opiniones y hagan sus aportaciones. La propuesta incluye las condiciones en que debería ser gestionado el espacio para que sea viable económicamente.

Porque ahí está la base del problema. Cuando los actuales gestores (El Fantasma Producciones SL) ganaron el concurso en el año 2011, los pliegos del mismo incluían unos usos y condiciones que no han podido cumplirse. Así, por ejemplo, no pudieron instalar una terraza en el patio interior de las viviendas, ni hacer el cine de verano, ni siquiera grabar en los cuatro estudios porque no están insonorizados, una serie de incumplimientos que lastraban la rentabilidad del centro.

Tanto es así que el ayuntamiento ha tenido que indemnizar a la citada sociedad, mientras que esta se comprometía a seguir al frente del espacio hasta que se formalizara un nuevo contrato (varios informes municipales constataron que eran imposibles de cumplir varios puntos del pliego por causas sobrevenidas, no imputables al contratista). «Es lo convenido, pero nosotros lo que queremos es que saquen de una vez la licitación para saber con qué reglas del juego contamos, porque llevamos demasiado tiempo esperando», lamenta Sergio Vinadé, de El Fantasma Producciones.

Esa certidumbre se adivina fundamental para que la actividad cultural regrese cuanto antes a Las Armas (el espacio acogió su último concierto el 9 de marzo de 2020). Desde el ayuntamiento se confía en que ese proceso no se extienda ahora demasiado en el tiempo y esperan llevar la nueva propuesta pactada a los Consejos de Administración de Zaragoza Cultural de las próximas semanas. Este paso es obligatorio para que la nueva gestión de Las Armas se saque a licitación.

Será entonces cuando se compruebe qué empresas deciden presentarse al concurso. Lógicamente, todo dependerá de las condiciones del nuevo contrato. Si son óptimas, El Fantasma Producciones no descarta presentarse, pero con la situación actual lo tienen claro: «Por supuesto que no, se lo damos con un lazo a quien lo quiera», asevera Vinadé.

Música en directo

Los actuales gestores llevan más de tres años esperando unos pliegos que dejen claras las nuevas reglas de juego. Lo que nunca imaginaron es que el proceso se pudiera dilatar tanto en el tiempo. «Me dijeron que el pasado septiembre ya estaría todo listo, pero aquí seguimos con las manos atadas», lamenta Vinadé. A pesar de lo ocurrido hasta ahora, el promotor musical decidió confiar y comenzó a programar conciertos para el primer trimestre de este año. «Como hay que gestionarlos con bastante antelación empecé a moverlo para que el espacio contara con programación independientemente de quién estuviera al frente de la gestión», explica Vinadé.

Sin embargo, estas actuaciones se han tenido que ir reubicando en otras salas debido a tanta incertidumbre. Por ejemplo, el concierto de Vega estaba previsto para el 19 de marzo en Las Armas, pero finalmente se celebrará en la López el 29 de abril. Solo es un ejemplo, porque se han tenido que reubicar más de una veintena de actuaciones. «No sabemos dónde, pero los conciertos que tienen fecha de aquí hasta el mes de mayo se celebrarán por respeto al público y a los artistas», subraya Vinadé, que reconoce estar «desesperado». Según él mismo reconoce, estos años de parón por la pandemia hubieran sido óptimos para aprovechar y lanzar los nuevos pliegos, pero el proceso se ha dado de bruces con la lentitud de la administración.

Polémica por los horarios

Este espacio público de gestión privada ha jugado un papel dinamizador clave en la ciudad, con la celebración cada año (salvo estos últimos por la pandemia) de más de 200 conciertos y eventos (presentaciones, clases, cursos...).

Eso sí, el espacio no ha estado exento de polémica debido a las quejas de los vecinos, que han denunciado en varias ocasiones que la sala de conciertos funcionaba a modo de discoteca hasta altas horas de la madrugada. Todo eso es lo que también pretende solventar el ayuntamiento con el nuevo contrato, que limitará los horarios y los dejará claros.

La vicealcaldesa Sara Fernández reconoció en su día que el consistorio tendrá que invertir en la mejora de las instalaciones y explicó que no podrían sacar la concesión si antes no se adecúan, por ejemplo, los cuatro estudios de grabación, que están mal insonorizados.

En este sentido, y si el proceso se sigue dilatando y la licitación se demora, los actuales gestores deberán decidir qué hacer, porque en un principio sus trabajadores deberían salir del ERTE en el que están inmersos por la pandemia a finales de este mes.