La cultura a veces tiene algo de cíclico, de que todo se repite y, año tras año, se podría hacer un calendario marcando los puntos álgidos del mismo. Desde febrero a abril, se publican una buena parte de las apuestas de cada una de las editoriales buscando coger posiciones de cara al 23 de abril, ya saben, el Día del libro. Es por eso que es habitual que en este tiempo se llenen las redacciones de libros. Y, como pasa en todas las casas y con todas las cosas, los hay excelentes, buenos, regulares y también malos, claro, por qué no iba a haberlos. Y, por supuesto, todas las editoriales quieren que les des un espacio en tus páginas. Evidentemente a todos no llegamos, intentamos seleccionar los que son interesantes y los que creemos que pueden destacar por alguna razón, aunque nunca desaparece el temor de si gustarán tanto como a ti lo han hecho. Ley de vida.

Llega marzo y también, normalmente, llega la celebración de los premios Cálamo en una gala en la que si por algo destaca es por su apuesta por la literatura por encima de cualquier aspecto. Algo que ya de por sí es reseñable en estos tiempos de liquidez y de tanto márketing pseudocultural gratuito. Este año, los lectores de la librería han considerado que la mejor obra de 2021 fue La tiranía de las moscas, de Elaine Vilar Madruga publicada por la editorial Barrett Una novela en la que queda meridianamente claro que (casi) todo es político, que pocas cosas hay más políticas que una casa y en la que la cubana une lo político con el realismo mágico de la tradición latinoamericana. Se dice pronto pero lo espectacular de la obra es que el papel también aguanta ese discurso dando lugar, para mí, a uno de los libros más sorprendentes de la década.

Junto a Elaine Vilar también acudirán a la gala que se celebra el viernes otros dos autores, Alejandro Simón Partal (premio Otra mirada por La parcela, publicada por Caballo de Troya) y Eduardo Halfon (Cálamo Extraordinario por Canción, obra editada por Libros del Asteroide), lo que convierte esta edición de los Premios Cálamo, sin desmerecer a ninguna de las anteriores, en una de las de más nivel a mi juicio de toda su trayectoria.

Aragón, la sexta comunidad más lectora

Pero ya saben que en esto de la literatura hay tantas opiniones casi como libros se editan al año (uno de los principales problemas del mercado editorial). Algo que entronca directamente con los resultados del Barómetro de hábitos de lectura y compra de libros en España de 2021, que ha visto la luz esta misma semana. Según estos datos, Aragón vuelve a estar por encima de la media española ya que un 64,9% de aragoneses asegura leer en su tiempo libre, medio punto por encima de la media en España. Una cifra, la de Aragón, que le coloca en la sexta posición del ranking, muy lejos, eso sí, de la Comunidad de Madrid que con un 73,5% está en cabeza de este barómetro.

Es cierto que estos datos colocan a Aragón en un buen lugar en cuanto a lectores pero con algún matiz. El confinamiento le hizo subir ese porcentaje de 63% (2019) a 65% (2020) por lo que el 64,9% de 2021 implica que, mínimamente, pero ha descendido la cifra. Ya saben que para que una tendencia se consolide tiene que haber mínimo tres datos que vayan en la misma dirección así que no hay que alarmarse, pero sí hay una cuestión que me ronda por la cabeza. Si tenemos un Día del libro que arroja cifras espectaculares y todas las librerías de la comunidad aseguran que está pasando por un gran momento la venta de libros desde la pandemia... ¿No les parece que un 64,9% no es una cifra algo baja incluso? Lo que me lleva a la siguiente cuestión, ¿se compran más libros de los que se leen?