La invasión rusa en Ucrania ha trastocado la vida de miles de civiles y mantiene en tensión a Europa y el resto del mundo desde finales de febrero. El mundo de la cultura, como no podía ser de otra manera, también se ha visto afectado. Mientras que los bombardeos no cesan, cientos de obras de arte, incluido un cuadro de Goya, resisten en las galerías y en los archivos.

Así lo ha informado este cinco de marzo el periodista Cristian Segura, enviado especial del diario El País a Lviv. La situación, como relata Segura, también ha afectado a un retrato de San Jerónimo de Ribera. Refugiadas en un búnker secreto junto a medio millar de otras piezas artísticas, estas obras son las de mayor calidad y prestigio, de un patrimonio regional que asciende a casi 65.000 obras.

Todos los museos del planeta tienen desarrollado un plan de reacción frente a posibles catástrofes, con el objetivo de preservar el mayor número de piezas intactas. En un primer paso, las obras de mayor reconocimiento se trasladan a un refugio, lugar en el que ahora se encuentra una de las majas del pintor aragonés Francisco De Goya. El segundo movimiento consiste en proteger al propio museo y a aquellas piezas que se hayan quedado en su interior por cuestión de espacio.

Finalmente, este plan tiene una tercera fase, la más secreta de todas. Esta última acción implica la evacuación de las obras del país y su recogida por parte de diversos museos europeos, con los que Ucrania ya ha acordado esta cesión. El único patrimonio artístico que no se podría sacar del país sería el presente en el casco urbano, lo cual también lo hace más débil frente a posibles ataques.

Por ahora, en sus diferentes bombardeos, Rusia no ha tenido como objetivo ningún edificio patrimonial o museo, así como tampoco ha atacado a las diferentes estatuas que se encuentran presentes en las calles del país.