La desigualdad de género es tan grande en el sector de la música clásica en España que más que de brecha hay que hablar de un auténtico abismo. De hecho, solo el 8% de los directores de orquesta son mujeres y únicamente el 1% del repertorio que se lleva a escena en el país ha sido compuesto por músicas. Así se desprende del informe ¿Dónde están las mujeres en la música sinfónica?, un estudio (se puede consultar completo aquí) que constata que las orquestas españolas suspenden de largo en igualdad, situándose a años luz de los datos de paridad de otros sectores culturales o de las estadísticas de las fuerzas armadas y la comunidad científica.

El informe, publicado esta semana con motivo del 8-M, ha sido elaborado por las asociaciones Clásicas y Modernas y Mujeres en la Música en colaboración con la Fundación de la SGAE. Su coordinadora y una de las cuatro autoras es la aragonesa Pilar Pastor Eixarch, quien destaca la importancia del estudio porque ofrece una radiografía de cómo es la situación real en España, algo fundamental para poder tomar medidas. «Estamos ante los porcentajes de presencia femenina más bajos de cualquier ámbito musical y diría incluso que de cualquier profesión, porque hasta los sectores llamados masculinizados tienen mejores datos», subraya Pastor, que entre 2010 y 2019 fue jefa del Observatorio de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza.

Análisis de 23 orquesta sinfónicas

Para realizar el informe, relativo a la temporada 2018-2019, se analizaron 23 orquestas sinfónicas españolas. Trece de ellas no programaron durante ese curso ni una obra compuesta por una mujer ni un concierto dirigido por una directora, un dato más que alarmante. Sobre todo si se tiene en cuenta que esas 23 orquestas son de titularidad pública o tienen un gran respaldo de la administración y, por tanto, «se financian con el dinero de todos». «Solo hemos analizado formaciones con una programación estable, por eso no hemos podido estudiar a la Orquesta Reino de Aragón o a la Orquesta Sinfónica Ciudad de Zaragoza», apunta Pastor.

La aragonesa Pilar Pastor, durante la presentación del informe. FUNDACIÓN SGAE

Según el informe, solo el 8 % de los directores de orquesta son mujeres, lo que supone que frente a las trece directoras hay 141 hombres, mientras que en el resto de campos culturales la dirección de mujeres alcanza casi el 30%. «Esas trece mujeres dirigieron solo el 5% de los conciertos programados esa temporada (32 actuaciones de 643 analizadas), lo que demuestra que además no repiten al frente de los conciertos», lamenta Pilar Pastor.

Solo el 1% de las obras programadas en España ha sido compuesto por mujeres

El estudio, presentado el lunes en Madrid, es el segundo que se realiza centrado en la música clásica. Hace un año, ambas asociaciones publicaron la primera edición y los avances han sido ínfimos.

Como sucede en otros sectores, las causas de esta baja presencia femenina son múltiples. Pastor apunta por ejemplo al «olvido» de las compositoras en los planes de estudio de los colegios y de los conservatorios, lo que impide algo «fundamental»: la creación de referentes. «Eso también es culpa de la sociedad de épocas pasadas, dirigida por varones que se olvidaron de compositoras de gran calidad», indica.

El informe '¿Dónde están las mujeres en la música sinfónica?' se presentó el lunes en Madrid. FUNDACIÓN SGAE

En este sentido, el fundador y director gerente de la Orquesta Reino de Aragón (ORA), Sergio Guarné, reconoce que a muchas músicas no se les ha dado en el pasado la importancia que deberían haber tenido por la calidad de sus composiciones, pero también indica que el número de compositoras, por diversos motivos, «ha sido minoritario».

En opinión de Pastor, el tema de la conciliación familiar también está detrás de esta baja presencia femenina en los puestos de dirección sinfónica, «como ocurre en el resto de sectores». Por todo ello, Pastor apuesta por instaurar políticas de «discriminación positiva»: «La programación de obras y la elección de directores debería correr a cargo de un comité de selección y no de una única persona, y más cuando se trata de una orquesta pública».

La coordinadora del estudio es la aragonesa Pilar Pastor, que aboga por la discriminación positiva

Con todo, Pastor abre una ventana al optimismo. «Creo que hay cierta esperanza de que las cosas cambien porque en algunas orquestas sí que estamos viendo avances», señala. Una visión que comparte Guarné, quien destaca que en los últimos 10-20 años se ha incrementado mucho la cifra de mujeres que estudian la carrera de dirección y composición (en el primer caso el porcentaje es del 24% y en el segundo del 29%, según Pastor). «En muchas orquestas centroeuropeas y americanas está habiendo un gran cambio al respecto, lo que ocurre es que aún no ha pasado el tiempo suficiente como para que se visibilice esa transformación a nivel general».

En una línea similar se manifestaba en 2019 en declaraciones a este diario la directora aragonesa Laura Pérez Soria, que dirigió un concierto de la Sinfónica Ciudad de Zaragoza: «Está llegando una tanda de directoras muy bien preparadas. Creo que el tabú se ha roto y el camino está abierto para que vayan llegando».

Por otra parte, la desigualdad en cuanto a los intérpretes no es tan elevada y se encuentra en línea con la de otros sectores culturales. Según el informe, el 28% del total de intérpretes en las 23 orquestas analizadas son mujeres. Por ejemplo en la ORA, que está compuesta por casi 100 músicos, el 40% son mujeres.