El actor Pepe Viyuela aterrizará en Zaragoza del 7 al 10 de abril con el Tartufo de Molière, una obra «de plena vigencia» y de «mayor pertinencia incluso que en la época en que se escribió (1664)». Porque en opinión de Viyuela, los impostores e hipócritas campan a sus anchas en la actualidad. «Hay timadores profesionales por todos lados; están en la política, en el mundo del marketing, en las redes sociales... A fin de cuentas, ¿qué son los youtubers y los influencers?», ha subrayado este miércoles Viyuela en la presentación de la obra en el Teatro Principal.

La obra, con un elenco de ocho actores, reivindica así el poder del teatro como «tábano» para despertar conciencias y descubrir a los tartufos del siglo XXI. «En este espectáculo, el espectador se ríe pero también siente la punzada de la comedia crítica, porque Molière era un maestro en eso», ha destacado Viyuela.

Estrenada el pasado septiembre en Madrid, esta obra dirigida por Ernesto Caballero se representará en el Teatro Principal del jueves 7 de abril al domingo 10. Todas las funciones comenzarán a las 20.00 horas, salvo la del domingo (19.00), y los precios oscilarán entre los 5 y los 25 euros. El espectáculo está recomendado a partir de 16 años.

Este Tartufo ofrece además una oportunidad única: disfrutar de una obra de Molière en verso. «Ya solo por eso es aliciente suficiente, porque siempre se representa en prosa», ha detallado Viyuela. En concreto, el texto del espectáculo procede de la traducción que realizó en el primer cuarto del siglo XIX José Marchena, uno de los traductores españoles más influyentes de esa época. 

Así, la obra protagonizada por Viyuela entronca de alguna forma con el Tartufo original de Molière, que escribió esta comedia en versos alejandrinos dividiéndola en cinco actos. En ella, el gran dramaturgo francés cuenta la historia de Orgón, personaje principal que cae bajo la influencia de Tartufo, un falso devoto que busca quedarse con todos sus bienes. De hecho, los únicos que no se han dado cuenta de la verdadera naturaleza de Tartufo son Orgón y Madame Pernelle, su madre.

Con esta obra, Molière realizó una inteligente crítica a la hipocresía de su época y logró sobrevivir al paso del tiempo con plena vigencia. «El Tartufo no deja indiferente a nadie y te hace reír pensando», ha insistido Viyuela, que no ha dudado en hacer autocrítica. «Al final, todos engañamos casi cada día».

Cada vez más crédulos

En opinión del actor, además de atartufada, la sociedad actual cada vez está más orgonizada. «Solo oímos lo que queremos oír y cada día somos más crédulos. Nos sentimos más seguros creyendo en algo, pero ahí está el teatro para poner el acento y para decirnos: ‘¿no te estarán engañando?’», ha reflexionada Viyuela, que ha puesto como «evidente ejemplo» de tartufismo la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump: «Ganó por su capacidad para manejar la mentira, la seducción y las redes sociales».

La obra de Ernesto Caballero desembarca en Zaragoza «muy rodada» (lleva casi 100 funciones) y con Viyuela como «piedra angular» sobre la que gira todo el espectáculo. Como ha destacado en la presentación el gerente del Patronato de Artes Escénicas y de la Imagen de Zaragoza, José María Turmo, Viyuela se erige como «el Tartufo ideal» gracias a su capacidad expresiva y su infinita paleta de registros escénicos. El actor riojano suma con esta obra un nuevo clásico del teatro, ya que en los últimos años ha encarnado El Rinoceronte de Ionesco, con el que logró el premio Max 2016 al mejor actor, o Esperando a Godot de Beckett, obra con la que aterrizó en Zaragoza justo antes de la irrupción de la pandemia (solo tuvieron tiempo de representar una función).

En este Tartufo también actúa Paco Déniz, que encaja su Orgón dentro del traje de la tradición de los grandes caricatos del teatro universal, así como Silvia Espigado, encarnando su papel de Elmira. También se sube a las tablas María Rivera como Dorina, en su doble papel de criada impertinente y de joven limpiadora que, con sus desacomplejadas opiniones, despeja la mente del protagonista, creando, con todo ello, un fresco y entretenido acercamiento a uno de los textos fundamentales de la historia del teatro.