CIERRE DE SU GIRA

Concierto de Rigoberta Bandini en Zaragoza: Un hasta pronto en la cumbre

La artista barcelonesa se despide temporalmente de los escenarios con un concierto arrollador en el pabellón Príncipe Felipe

Rigoberta Bandini ha ofrecido un concierto sin tregua en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.

Rigoberta Bandini ha ofrecido un concierto sin tregua en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. / ÁNGEL DE CASTRO

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

Si a alguien en algún momento se le hubiera podido pasar por la cabeza que la propuesta de Rigoberta Bandini perdería fuelle en un gran recinto, ya tiene la respuesta. NO. Con mayúsculas. Con una puesta en escena sencilla, pero rotunda, muy eficaz en cuanto al juego de luces y, sobre todo, con un cuerpo de bailarinas que arropa la propuesta (y del que forma parte la zaragozana Julia Romero) hasta elevarla a un punto álgido desde el comienzo del 'show', Paula Ribó (su nombre real), ha demostrado que tiene mucha carrera por delante.

No sorprendió a nadie la barcelonesa cuando ha arrancado el concierto con 'In Spain we call it soledad' ni cuando ha proseguido con 'Fiesta', pero sí han servido estos dos temas iniciales para dejar claro que la de hoy no era una cita al uso, como ella ha dejado muy claro: «El último concierto de la gira sabes que va a ser una enorme fiesta y que lo vas a disfrutar», ha exclamado. Para entonces, el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza, que aunque no se ha llenado ha recordado al de antes de la pandemia, ya tenía la adrenalina desbordada con una pista que no paraba de moverse y con unas gradas en las que pocos aguantaban sentados.

De lo emocional a lo artístico

A partir de ahí, Rigoberta Bandini ha facturado un concierto rozando lo emocional en todo momento en el que hizo un repaso a su único LP publicado (el éxito le ha sobrevenido a los 30 años... y de qué manera), 'La emperatriz', con temas como 'Canciones de amor a ti' (momento especialmente emotivo con la canción dirigida a su hijo con frases como 'Que los hombres de este nuevo mundo lloréis bien tranquilos'), 'Julio Iglesias', 'A todos mis amantes', 'Tú y yo', 'Que vivir sea un jardín'... Todo hasta llegar a 'Perra' con la que se ha marcado el primer fin del concierto (tras 50 minutos de 'show').

El cuerpo de baile de Rigoberta Bandini hace crecer la propuesta artística.

El cuerpo de baile de Rigoberta Bandini hace crecer la propuesta artística. / ÁNGEL DE CASTRO

A partir de ahí, el público ya era consciente de que solo quedaba la traca final y lo dio todo. Rigoberta Bandini ha ayudado con ese 'Ay Mamá' con el que ha regresado al escenario insuflando más energía (si es que era posible) a la actuación y ha proseguido con un popurrí de canciones de amor (con temas de Sergio Dalma y Rocío Jurado, entre otros) hasta desembocar en 'La emperatriz', la canción de 'Caillou' (a la que puso voz)... y, cómo no, 'Too many drugs', con la que ha concluido el concierto por todo lo alto...

Así acabó el 'show', pero también la gira que la ha encumbrado definitivamente y llega su ausencia (al menos de manera momentánea) de los escenarios ya que la cantante ha anunciado una retirada por un «rato largo» para dedicarse a su familia y a componer. Quiere desaparecer una temporada del mapa. Sin duda, se lo ha ganado. Y, aunque hay quien podría pensar que al final el concierto ha llegado a duras penas a la hora y media de duración (no hay que olvidar que la artista tiene el repertorio que tiene todavía), la realidad es que Rigoberta Bandini ha colocado tan alto el listón en todo momento que no hay nada que reprocharle. 

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