ENTREVISTA | CONTRACORRIENTE LIBRERO Y EDITOR

Joaquín Casanova: "Los libros dan vida y tienen el mejor perfume que existe"

Joaquín Casanova cumple 60 años al frente de la Librería Central.

Joaquín Casanova cumple 60 años al frente de la Librería Central. / ANDREEA VORNICU

El editor y librero Joaquín Casanova cumple 60 años al frente de la emblemática Librería Central de Zaragoza, un aniversario que conmemora con distintas iniciativas mientras sigue "al pie del cañón", por más cambios legales y tecnologías que le pongan por delante.

¿Cómo se aguantan 60 años de librero? Bueno, o de cualquier cosa...

Los libros dan vida, y tienen el mejor olor que existe, lo siento por los fabricantes de perfumes, yo los huelo hasta resfriado. Se aguantan luchando, superando crisis como la que arrastramos, leyes de educación y sistemas para que se compre menos, como los bancos de libros o las tablet... Pero ahí seguimos, que no es poco.

¿Qué recuerdos tiene de la apertura de una librería que ya tenía nombre de emblemática?

Queríamos ser una referencia y 60 años después lo seguimos siendo, el problema es que en tanto tiempo los mejores clientes, los que leían mucho, se nos van yendo, y fidelizar nuevos es muy difícil. Yo nací en La Mata de los Olmos (Teruel) en 1948, y tengo muchos recuerdos vinculados a los libros, también por eso me hice editor, y cuando esto era un desierto fundé Mira, que creo que sigue siendo la más importante de Aragón.

¿Y qué recuerdos atesora?

Este mundo me ha dado la posibilidad de viajar mucho, a eventos y ferias como la de Guadalajara (México), de las principales de América, también a Colombia o Cuba... He tenido oportunidad de conversar con Umberto Eco, con Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa... No llega la memoria para todo, pero ni tiene precio ni se paga todo lo que esta profesión me ha dado, los recuerdos y amistades que he hecho y sigo haciendo.

¿El libro electrónico al final no ha sido tan fiero como lo pintaban?

Hace años hubo en Madrid un congreso de Google y se dijo que para el año 2000 el 50% de las ventas de libros serían en formato electrónico. Hoy no llegan al 20%, afortunadamente. Al final creo que la gente se desengaña, no es lo mismo tener algo que sabe como a Jabugo que comer jamón de Jabugo, por mucha comodidad que dé, El librero ofrece profesionalidad y empatía, la gente viene y huele, ojea... Al libro tradicional no se le acaba la pila ni se rompe si se cae. Ni se puede comparar la belleza y el orgullo de una biblioteca, por muy pequeña que sea. Muchos me preguntan si las bibliotecas públicas son competencia. Al contrario; generan lectores, son necesarias y hacen una labor magnífica. Una de las cosas de la que más orgulloso me siento es que una en Bailo, con mil volúmenes que doné, lleva mi nombre.

¿Cómo va a celebrar estos 60 años, sigue al frente de la librería?

Me tienen aquí los hijos atado a la mesa. Yo estoy al pie del cañón, y quiero celebrar este tiempo desde que empecé, con 15 años, conmigo y con quienes me rodean. Hago lo que haga falta, igual voy a repartir que a echar un café con un cliente, eso no tiene precio. El día que pierda la ilusión de leer me jubilaré, pero de momento, como Joaquín el del Betis, renuevo año a año. Este 2023 seguimos colaborando en presentaciones y firmas, y hemos lanzado una iniciativa por la que invito a 1,20 euros para echar un café a quien se gaste 20, hasta abril. Luego, ya veremos.

Ya que estamos, recomiéndenos un libro.

Me pone en un compromiso, como editor me leo todo lo que publico. Le diré Relatos de un náufrago, de García Márquez, que él citó como su mejor libro cuando recogió el Nobel, y yo ya lo creía. Y El Quijote, claro, un libro de aventuras con el que se ríe y se llora, como sucede con la buena literatura.

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