UN 'THRILLER' OSCURO QUE NO DEJA ATRÁS LA CRÍTICA SOCIAL

Pablo Rivero (autor de 'Dulce Hogar'): "La sensación que otorga crear y contar historias es terapéutica"

El actor y escritor ha presentado su quinta novela, que lo consolida como uno de los autores de crónica negra por excelencia en España

Pablo Rivero en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Zaragoza

Pablo Rivero en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Zaragoza / Andreea Vornicu

Álvaro Jordán

Álvaro Jordán

Pablo Rivero ha presentado hoy a las 19.00, en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, su quinta novela: 'Dulce Hogar'. Con ella, ha defendido su puesto como uno de los escritores de 'thriller' más consolidados. Fiel a su estilo claroscuro y enérgico, Rivero construye una historia perturbadora que critica temas como la cultura del éxito, la falsa felicidad o el cambio climático

Esta es su quinta novela negra. ¿Cree que a estas alturas se puede considerar un adepto del ‘thriller’?

Totalmente. La novela negra ha sido desde siempre un género con el que me he identificado por muchas razones: he sido muy miedoso pero al mismo tiempo me ha gustado meter miedo y consumir historias de terror. También he sido un gran fan de las series de misterio, como 'Twin Peaks'. Y resulta una gran satisfacción saber que esa obsesión, ese juego, ahora se ha convertido en mi trabajo.

¿Y qué es lo que más le atrae del género?

Yo creo que es el afán y la intriga. Me obsesionaba con todo lo que me daba miedo. Y aunque al principio me parecía incomprensible, una vez iba investigando me daba cuenta de que los seres humanos, una vez están al límite, son capaces de hacer cosas terribles. Es esa mezcla entre el terror y la necesidad de saber, que yo creo que es la esencia que emana 'Dulce Hogar'. Julia, la protagonista, tiene una atracción 'voyeur' por un chico que la observa y por una serie de temas adicionales. Ella sabe que se ha metido en una espiral peligrosa, pero es el mismo morbo el que la mantiene cautiva.

Precisamente el estilo del libro parece generar angustia, sobre todo en el arranque.

Yo valoro mucho la incógnita de no saber por dónde van a ir los tiros. Me parecía fascinante empezar de una forma aparentemente feliz y bonita que se transformase en algo terrorífico e incierto; que desconcertase al lector. Al final, la mejor forma de poder mandar un mensaje importante o una moraleja es asegurando que los lectores se enganchen a la historia; y creo que con mis obras, al menos por las reseñas que voy leyendo, consigo esa sensación de desasosiego y de reflexión. 

Siempre suele tomar vivencias personales para escribir sus obras. ¿Cuánto de usted hay en esta entrega?

Pues mucho y poco al mismo tiempo, por suerte. Creo que para este tipo de obras necesitas inyectar algún miedo o vivencia personal. Luego esa experiencia la transformo con una envoltura más atractiva y apetecible. La anécdota que impulsó esta obra me pasó cuando un día salí para leer fuera y notaba cómo si me observase una figura desde un monte cercano. No pude fijarme si era una persona o solo un animal, pero esa sensación de miedo e incertidumbre, de no saber qué intenciones pudiese tener esa figura, fue la base para la novela.

Julia también encarna una crítica social. Sobre todo hacia esa obsesión por el éxito. 

Rubén y Julia, que son la pareja protagonista, creo que representan a toda la gente que yo conozco. Julia es una mujer con una gran trayectoria profesional, que ha viajado por todo el mundo, ha vivido muchas experiencias y que goza de una gran estabilidad económica. Pero le falla una pieza, y es que no puede quedarse embarazada después de muchos intentos. Esa frustración y el poco tacto de la gente le hace olvidar todo lo bueno que hay en su vida. Le hace sentirse culpable consigo misma. 

Es un dilema que le hace cuestionarse la manera en la que ha vivido la vida.

Hoy en día todo es muy complicado: encontrar un buen trabajo, un buen piso, una estabilidad, etc. Pero, aun así, tenemos que seguir con más eficiencia y mejores resultados; sin quedarnos atrás frente al resto. Tenemos que tener un trabajo maravilloso, una casa gigante, un físico espectacular, debemos casarnos y tener hijos en nuestra treintena... En resumen, nuestra vida tiene que ser perfecta. Cada vez llegamos más tarde a todo por las imposiciones, y de lo que hay que darse cuenta es que cada persona tiene que seguir su propio camino y vivir la vida a su manera. Las redes sociales no ayudan en esto para nada. Son un lugar donde solo se comparte el éxito. Sin embargo, nadie habla del camino hasta ese éxito, solo del resultado final.

Otro tema que también toca es la explotación natural y el cambio climático.

Esto guarda mucha relación con el contexto temporal en el que escribí la novela, que fue en verano. Por las altas temperaturas, en España hubo una gran cantidad de incendios. Aunque algunos casos se debían a pirómanos, muchas de esas situaciones eran causadas por condiciones urbanísticas. Quise relacionar ese aspecto con la obra colocando a Julia en una urbanización que sufrió un incendio reciente. Ella lo descubre, sospecha de que no fue un simple fuego accidentado, sino que había algo más. Y entonces se va creando una llama relacionada con el incendio en sí pero también con ese morbo que guarda Julia frente al chico que la observa. El fuego representa tanto el calentamiento global como el ardor interior de la protagonista.

Esto es un concepto que usted remata con la frase «si juegas con fuego, puedes arder».

Al igual que en la vida. Para bien o para mal, todas las acciones tienen sus consecuencias. Que es algo que sabemos perfectamente pero que no queremos ver. De hecho, hay una parte significativa en la obra que trata tanto a Julia como a una de sus vecinas, Laura. Julia acaba de construir una piscina en su casa. Pero como la urbanización se encuentra en plena naturaleza, muchas de las aves se acercan y defecan sobre la piscina. Esto desespera a Julia, a lo que Laura aprovecha para recordarle que tiene que vivir con esa sensación. Porque ella es la plaga invasora que ha roto su hábitat natural. 

¿Con qué faceta diría que es más afín ahora mismo? ¿Actor o escritor?

Ahora mismo le dedico más tiempo a la faceta de escritor. Yo escribo porque tengo la necesidad de contar historias. Es algo terapéutico. Además, gracias a mis libros se está creando una comunión preciosa entre mis lectores y mi mundo. Ser actor es distinto, al final dependes de muchos factores externos. Eso no significa que vaya a dejar esa profesión de lado. Tengo varios rodajes y proyectos que voy compaginando, pero también quiero aprovechar este momento como autor. Al final, se trata de maximizar la organización.

Al querer aprovechar el momento, ¿significa que está preparando su siguiente proyecto?

Sí, estoy preparando mi sexta novela. Mi intención es que sea más policiaca. Estoy muy ilusionado por como está siendo el proceso de elaboración y, si todo va según lo previsto, puede que la publique muy pronto.