NOVELA ESCRITA A CUATRO MANOS

Las leyendas de Candasnos reviven en forma de 'thriller' con 'La ley del hambre'

Los escritores Ana Ballabriga y David Zaplana entretejen una trama de tres historias ligadas al municipio oscense, con el objetivo de reivindicar temas como la España Vaciada, la conciencia de clases o el respeto medioambiental

La pareja de escritores Ana Ballabriga y David Zaplana sitúan a Candasnos como el escenario principal de este 'thriller' inspirado en hechos reales.

La pareja de escritores Ana Ballabriga y David Zaplana sitúan a Candasnos como el escenario principal de este 'thriller' inspirado en hechos reales. / El Periódico

Álvaro Jordán

Álvaro Jordán

Como dijo una vez el político ruso León Trotski: «Cuando el hambre es ley, el saqueo es la justicia». Esa declaración, que marca una rebeldía frente a la autoridad de las altas esferas y las clases sociales, es uno de los mantras que los escritores David Zaplana y Ana Ballabriga reivindican en su octava novela 'La ley del hambre' (Contraluz), la cual presentaron recientemente en las Ferias del Libro de Zaragoza y Madrid.

Después de seis años de arduo trabajo, la pareja de escritores ha dado forma a un 'thriller' contextualizado en tres épocas distintas, ligadas al pueblo oscense de Candasnos, en Los Monegros. El enfrentamiento entre un cabo de la Guardia Civil y un misterioso monstruo devorahombres que acecha en la balsa romana del municipio. La búsqueda de la verdad por parte de una periodista para desentrañar los oscuros secretos de una empresa de semillas transgénicas. Y, por último, el cumplimiento del destino de una criada que intentó dejar atrás Candasnos hace 40 años.

De esta manera, los autores hilan estas tres historias, por medio de hechos reales y mitos del poblado, hasta su impactante final. «Esta obra es un tributo a mi pueblo, Candasnos, a su gente y a la España Vaciada. Pero, en especial, también a mi padre, ya que sus historias de sobremesa fueron las que impulsaron la creación de esta trama», explica Ballabriga.

Una reflexión que resulta bastante curiosa, puesto que incluso ellos se llevaron las manos a la cabeza al darse cuenta del impactante pasado del municipio. Un aspecto que ha atravesado la erosión del tiempo bastante desapercibido: «Los pueblos languidecen poco a poco, y la gente no se da cuenta de que ese patrimonio histórico y cultural hay que protegerlo, puesto que nunca sabes lo que estos lugares pueden esconder», confiesa la aragonesa.

Y qué mejor forma de representar ese aspecto de crítica social que a través de una novela negra. «En el fondo, el libro es una metáfora de cómo los poderosos se aprovechan de la población hasta límites inhumanos», indica Zaplana, que deja claro que «una buena historia y un género adecuado deben ir acompañados de una buena trama que enganche al lector».

Entre esos accesorios atractivos destacan hechos históricos, como el asalto al Monasterio de Sigena en la Guerra Civil (con personajes reales como el revolucionario Buenaventura Durruti o mosén Jesús Arnal, cura de Candasnos y secretario personal de Durriti); y otros más anecdóticos como el mito del misterioso monstruo que acechaba en la balsa del pueblo, llevado a la realidad dentro de la obra. Un cóctel literario que se presenta, según el autor de Cartagena, «de manera sutil, con granos y matices para adaptarse a distintos tipos de lectura». 

Portada de la novela negra 'La ley del hambre'.

Portada de la novela negra 'La ley del hambre'. / El Periódico

Pasión a cuatro manos

Lo que empezó como una ávida pasión que provocó el encuentro de ambos en la universidad, él como estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones y ella como estudiante de Psicología, evolucionó a un romanticismo que desembocó como resultado en varias novelas escritas a cuatro manos, uno de los puntos clave de su estructura literaria.

«Fue un estilo que surgió de manera natural, y al tener mucho tiempo para hablar daba como resultado miles de historias y conceptos que desarrollar», explica Zaplana. «Generalmente el proceso comienza con la selección de un tema, sobre el que creamos una trama alrededor. Después, empieza el proceso de documentación para desarrollar la historia. Y, una vez está clara, comenzamos a realizar una estructura completa. Es un diseño a mapa al que le siguen un reparto de tareas y una revisión de los contenidos del otro», continúa.

Aunque al principio resultaba un poco caótico, la constancia dio luz para crear un «estilo en servicio de la historia, que se adapta a cada una de las personalidades de nuestros personajes, y que ha podido crear una voz identitaria para nosotros como escritores», confiesa la autora.

Una voz que ha provocado el éxito más rotundo de su trayectoria narrativa, y que llevará a los escritores a algunos de los festivales literarios clave del país, como la Gata Negra de Extremadura o el Alicante Noir. Aunque el ritmo es irrefrenable, no les ha impedido tener casi preparada la estructura de su siguiente novela: un nuevo 'thriller' lleno de referencias históricas que buscará contar un relato «más duro que 'La ley del hambre'», según la candasnina.