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Santiago Auserón: "Soy hijo del rock and roll callejero y, por tanto, nieto del blues"

El músico zaragozano aterriza este viernes a las 22.00 horas en el Festival Castillo de Aínsa con su Academia Nocturna

Santiago Auserón (Zaragoza, 1954), en Barcelona, ciudad en la que reside desde hace ya algunos años.

Santiago Auserón (Zaragoza, 1954), en Barcelona, ciudad en la que reside desde hace ya algunos años. / RICARD CUGAT

Rubén López

Rubén López

Santiago Auserón desembarca esta noche en el Festival Castillo de Aínsa con la gran banda de 'jazzeros' que le acompaña desde hace ya algunos años y con los que ha grabado sus dos últimos discos. Lo hace además con nueva denominación. Porque el músico zaragozano ha decidido darle un respiro a Juan Perro, el alter ego con el que lleva actuando desde hace casi tres décadas. En Aínsa comparecerán Santiago Auserón y su Academia Nocturna para presentar su álbum 'Libertad' y revisitar temas de Juan Perro e incluso de Radio Futura. El aragonés, leyenda viva de la música en español, charla con este diario sobre su proyecto al margen de la industria, su pasión por los sonidos fronterizos y su infancia en Zaragoza bajo el influjo de la base americana.

¿Cómo será el concierto de este viernes en Aínsa? 

El concierto consta en un principio de 20 canciones. Presentaremos el disco 'Libertad' y también revisitaremos la antología clásica de Juan Perro y versiones de Radio Futura desde la perspectiva de la banda actual, con esta última sonoridad. Hemos elegido un 'leitmotiv' que parte del tema de Juan Perro 'Historia de la Radio'. Es una especie de montuno con aire de blues que nos permite practicar todos los géneros. Y habrá sorpresas, porque hemos recuperado algún tema de Radio Futura que no tocábamos hace tiempo. 

¿La improvisación juega un papel importante? 

Hemos reelaborado canciones que veníamos tocando en los últimos años para abrir partes instrumentales que no están definidas y en las que caben variaciones e improvisaciones. Si alguien tira su solo por una dirección, los demás reaccionan y nos vamos intercambiando señales que permiten juegos de armonía. Lo que nos hemos propuesto con esta idea de la Academia Nocturna es que la improvisación se convierta en creación de espacios sonoros 'in situ', lo que nos debería llevar con el tiempo a que las canciones nuevas que vayan surgiendo se pongan en marcha ahí. Que el directo sea el taller en el que se construyan.

El blues está muy presente en su sexteto de ‘jazzeros’.

Bueno, soy un chiquillo que se educó con la herencia del blues proyectado hacia el rock a través de grupos británicos de primeros de los 60. Luego fui remontando las fuentes hasta llegar al blues del delta, el son cubano, las diferentes facetas del influjo negro en América… Siempre he tenido esa inquietud de decir qué distancia o cercanía hay entre el verso cantado en español y los acentos del blues. Y uno descubre cosas que estaban latentes desde hace muchos siglos por contacto con la cultura islámica en la península y su enlace con la música del norte de África. Y sigo en eso, sigo redescubriendo el lado hispano que ha estado siempre vinculado con una u otra forma de mestizaje.

¿Es difícil definirle musicalmente?

Lo que ha caracterizado todos mis proyectos desde Radio Futura es la búsqueda de una manera de cantar el verso en español que muestre nuestro carácter históricamente fronterizo. Yo veo a España como una frontera entre el este y el oeste y el norte y el sur. Como una especie de rosa de los vientos imaginaria. Musicalmente no me importa tanto la definición dentro de un género, aunque soy hijo del rock and roll callejero y por tanto nieto del blues. Pero no me preocupa tanto etiquetarme en ningún estilo como encontrar el contacto entre diversos géneros que permiten darle cuerpo a esa forma de cantar esencialmente fronteriza. Para describir la corriente musical en la que trabajo ahora, tengo que hacer alusión a muy diversos estilos, pero en realidad yo ya lo voy viviendo como un caudal único que va adquiriendo consistencia, que no se puede resumir con una etiqueta pero que tiene un vigor y un color propio.

"Persigo una forma de cantar el verso en español que muestre nuestro carácter fronterizo"

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¿Cuánto debe su música a esa infancia en Zaragoza con la influencia de la base americana?

Mucho porque ahí mi oído despertó a una intriga. Primero en casa porque los amigos norteamericanos de mis padres traían los discos y los dejaban en casa. Y luego, con 7 u 8 años, empezamos a descubrir que en los billares de El Tubo o en el Cabezo se empezaban a oír cosas de los grupos británicos, del primer soul y grupos españoles que se acercaban a estas sonoridades. Luego cuando yo tenía 13 años nos trasladamos a Huelva siguiendo el trabajo de topógrafo de mi padre y ahí ya todo era mucho más soulero. Era menos british y más americano. Fue en el contraste entre esos dos polos (Zaragoza-Huelva) en los que se acabó de formar la intriga. La primera guitarra me la prestó un vecino que me enseñó las primeras posturas y los rudimentos del fandango, y yo luego copiaba los punteos de los discos de Eric Clapton.

Muchos grupos subrayan que fue usted el que sentó las bases del rock latino.

Yo diría que el primer germen estaba ya en Radio Futura. Al menos en varios intentos de la banda, desde 'Semilla negra' a 'Veneno'. Éramos conscientes de que había que apretar en esa dirección, que había que naturalizar el pulso rockero en castellano.

Hace tiempo que decidió salir de la industria y autoeditar sus discos.

Sí, y esa decisión solo me ha traído alegrías. Me he demostrado que la obra es posible sin tener que estar discutiendo con alguien que quiere presionar para que lo hagas más comercial y entre en las radiofórmulas. Es primar la libertad creativa por encima de todo. La gran industria se ha volcado hacia los soportes digitales y el 'streaming' y lo ha controlado de tal manera que no deja sitio para los pequeños sellos ni los creadores de elaboración lenta. Nos han echado fuera del mercado pero la creación musical no se va a detener. Los humanos seguimos necesitando el lenguaje y el sonido musical para sobrevivir.

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Ha asegurado que los rockeros son ya artistas minoritarios.

Y es así. Hubo décadas en las que el viento soplaba a nuestro favor, pero eso se acabó. No obstante, hay que recordar que los poetas, los jazzeros o los músicos clásicos han trabajado para minorías desde siempre y luchan al límite de la supervivencia para seguir creando. Si ahora nos ha tocado a nosotros este destino tenemos que asumirlo con honor (ríe).

¿Las canciones de Radio Futura han resistido bien el paso del tiempo?

Yo creo que sí, al menos unos cuantos temas. A veces me pasa incluso que lo que antes consideraba como algo torpe ahora le veo una especie de sencillez y espontaneidad que creo que es buena para la música o el canto en español. Por eso recupero cosas que antes no quería revisitar.

"A los rockeros nos ha tocado ahora ser artistas minoritarios y tenemos que asumirlo con honor"

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Se le ve disfrutar sobre el escenario casi como el primer día...

Yo quiero seguir en esto. El escenario es aún mi taller de trabajo, el espacio de creación, y es ahí donde quiero poner toda la carne, porque el estudio ya prácticamente no se puede financiar. Yo sigo aprendiendo y mejorando con la guitarra y la voz; no me queda otra si quiero tocar con músicos tan brillantes como los que forman esta Academia Nocturna.