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Muere el inolvidable propietario de Casa Emilio

Emilio Lacambra también tuvo una destacada militancia en el Partido Comunista y es Hijo predilecto de Zaragoza

El Periódico de Aragón

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El histórico hostelero y miembro del PCE Emilio Lacambra (Zaragoza, 1944) falleció ayer a los 78 años de edad en su ciudad natal, Zaragoza. Propietario de Casa Emilio, mucho más que un restaurante que atesora casi 85 años de existencia, Lacambra siempre estuvo muy vinculado a la vida de la ciudad y al compromiso social y político.

Casa Emilio era un lugar de reunión por el que ha pasado toda la izquierda aragonesa. De hecho, cuando aún estaba la dictadura vigente en España, el restaurante celebró reuniones clandestinas del PCE y, tras la llegada de la democracia, esa costumbre no se perdió y el lugar se convirtió en un centro de reuniones en las que la cultura y la política tenían un gran protagonismo.

Sobre su vida política, Lacambra hablaba así en una entrevista con este diario en 2019: «Tuve claro que la formación era vital para dignificar la profesión. Y la del movimiento vecinal fue una etapa intensa de los años 70. Después lo dejé porque con la legalización del PCE, me metí de lleno en la campaña electoral. Yo llevaba militando desde 1965 y aún estoy, aunque ya no hago nada (…) Estoy bastante decepcionado. Es triste porque, de 1965 a 1975, yo por ideales me he jugado la vida y esta casa, porque era una estafeta del PCE. Por eso siempre he votado, porque luché para votar. Pero ahora estoy dubitativo. Veo una pobreza intelectual en la clase política terrible. Comparas lo que es el parlamento español con lo que era en el 77... Y, en fin, los que vivimos la transición nos estábamos jugando tanto que limábamos muchas asperezas. En esta casa, siempre hubo gente de un lado y del otro. Y amigos. Ahora hay una inconsciencia absoluta».

Emilio Lacambra fue reconocido como Hijo predilecto de la ciudad y tuvo que pelear durante muchos años contra la presión inmobiliaria para salvar su restaurante, aunque él siempre trató de quitarle importancia a su trayectoria: «Cuando me nombraron Hijo Predilecto lo dije. Hay que hacer esa distinción a todos los curritos que se levantan a las 8 para ir a trabajar, que son los que han hecho que esta ciudad sea inmortal».

Hablaba de Casa Emilio como el fortín gastronómico de la izquierda cultural, como admitió en otra de las muchas entrevistas a este diario. «Según se decía y se dice, parafraseando el eslogan del Barça, Casa Emilio es más que un restaurante. Y así lo corrobora el magnífico libro que editamos en 1989, conmemorando el 50 Aniversario», del que luego hubo en 2019 una reedición.

Siempre inconformista, Lacambra reconocía abiertamente que le costaba «aceptar» la mansedumbre de los españoles «con los tiempos que corren, y con la que nos está cayendo». «Que el personal tolere que quienes provocaron la crisis sean ahora quienes la resuelven... Los ladrones, a la cárcel. Y si la crisis la han provocado los bancos y las inmobiliarias, a por ellos», decía este hombre que en 2012 decidió invitar a cenar todos los días en su restaurante a ocho personas con grandes dificultades.

Emilio Lacambra fue reconocido como Hijo predilecto de la ciudad y tuvo que pelear durante muchos años contra la presión inmobiliaria para salvar Casa Emilio, aunque él siempre trató de quitarle importancia a su trayectoria: “Cuando me nombraron hijo predilecto lo dije. Hay que hacer esa distinción a todos los curritos que se levantan a las ocho para ir a trabajar, que son los que han hecho que esta ciudad sea inmortal”.