UNA ACTUACIÓN MUY ESPERADA

Romeo Santos desata las caderas en la Feria de Zaragoza

El rey de la bachata seduce a un público entregado en un concierto memorable

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

Cuando Romeo Santos, protegido por sus gafas de sol, ha salido al escenario de la Feria de Zaragoza ya todo ha dado igual. Los que se habían pegado la madrugada en la cola esperando para coger sitio, los que habían venido de muy lejos, los que acababan de llegar y los que lo habían hecho a una hora prudente. Todos (algo más de 10.000 personas) se han dejado llevar por el ritmo de El rey de la bachata y empezó el baile, nunca mejor dicho.

La Feria ha vuelto a la vida (en cuanto a conciertos se refiere) y, aunque a tenor por los comentarios de los asistentes no ha sido con una organización perfecta por parte de los promotores de la cita, sí ha aguantado el envite y se ha convertido en el punto de encuentro de los seguidores de un Romeo Santos que, embarcado en su gira 'Fórmula vol. 3', por supuesto, también ha dado rienda suelta a sus canciones más conocidas tanto de su etapa en solitario (desde 2011) como con Aventura (de donde salieron canciones como 'Obsesión').

Con una mayoría de público latino debajo del escenario habilitado en el párking sur de la Feria de Zaragoza, el neoyorquino le ha regalado al público zaragozano (era la primera vez que Romeo Santos actuaba en solitario en la capital aragonesa) un sinfín de guiños y de canciones para seguir demostrando que los títulos no se otorgan por casualidad.

Todo el mundo al baile

No se puede decir que haya sido un éxito de público rotundo sobre todo si se tiene en cuenta la apuesta por llevar el concierto a la Feria de Zaragoza, pero ni mucho menos se puede decir que el público no ha respondido a la llamada. Y desde luego quien más quien menos no ha podido controlar su cadera en cuanto la música del artista ha empezado a sonar.

Todo ante un escenario muy cuidado y llamativo construido para que brillara Romeo Santos pero distribuido de manera efectiva para que el espectador pudiera disfrutar de todo lo que pasaba en escena.

El neoyorquino, de raíces latinas tanto por parte de madre como de padre, ha demostrado que tiene una carrera muy consolidada y un repertorio muy cuidado que ha convencido de manera rotunda a la mayoría de los espectadores que han acudido a la llamada de su presencia.