Arte

Usted puede tener un Benlliure falso en casa y este policía lo sabe

Velázquez, Sorolla, Goya, Modigliani, Benlliure... El MuVIM podría estar presumiendo ahora mismo de reunir lo mejor de la historia del arte si no fuera porque todas esas obras, valoradas en casi 50 millones de euros, son falsas. Antonio López, policía con nombre de pintor, tiene la culpa.

Valencia. VLC. Antonio López, responsable del grupo de Patrimonio de la Policía Autonómica y experto en obras falsificadas.

Valencia. VLC. Antonio López, responsable del grupo de Patrimonio de la Policía Autonómica y experto en obras falsificadas. / MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

Voro Contreras

Antonio López dirige el Grupo de Patrimonio de la Policía de la Generalitat, una unidad que desde su creación en 2014 se ha incautado de cerca de 5.700 obras de arte falsas que se habían puesto -o se pretendían poner- en el mercado como verdaderas con un valor de casi 250 millones de euros. "Está mal decirlo, pero a día de hoy somos los que más obras intervenimos a nivel nacional", señala. Parte del trabajo de este grupo se muestra en 'Fals', una de las exposiciones más exitosas del MuVIM en los últimos años y que, por cierto, exhibe una pintura que es verdadera. A ver quién la encuentra.

López trabaja en la comisaría del Pont de Fusta rodeado de lienzos y esculturas (falsas todas ellas), aunque su relación con el arte es relativamente reciente. "Yo llevó unos 27 años en el cuerpo y desde 2000 en los grupos de investigación y he tocado todos los palos: homicidios, prostitución... Pero en 2014 me ofrecieron llevar este grupo y tuve que coger una formación a base de cursos y un master de patrimonio".

Valencia. VLC. Antonio López, responsable del grupo de Patrimonio de la Policía Autonómica y experto en obras falsificadas.

Valencia. VLC. Antonio López, responsable del grupo de Patrimonio de la Policía Autonómica y experto en obras falsificadas. / MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

¿Es la falsificación un arte?

A diferencia de Orson Welles, López no considera que el arte falso sea en sí mismo arte, aunque reconoce que "hay falsificadores que tienen más calidad artística que el artista falsificado". "Pero si lo falsificas es porque su obra está más valorada que la tuya", añade. 

También cree que con el arte falso "nos estafan, más que nos dejamos estafar" porque "¿quién va a querer una obra de arte falsa, que no tiene valor y con la que puedes cometer un delito si la intentas comercializar o la dejas en herencia?". 

Pero también reconoce que seguro que hay gente a la que no le importa tener un Picasso falso si los demás creen que es de verdad. "Y hay gente, desde los falsificadores a los vendedores, pasando por los historiadores que emiten certificados, que se aprovecha de eso", añade.

López asegura que es "prácticamente imposible" encontrar un Sorolla real en un rastro o toparte con un Velázquez de verdad en un anticuario. "Hay familias que piensan que han heredado una obra de arte de gran valor y cuando intentan venderla es cuando nosotros solemos intervenir y podemos detectar que prácticamente toda la colección que pensaban que era millonaria no tiene ningún valor".

López muestra un Sorolla evidentemente falso.

López muestra un Sorolla evidentemente falso. / MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

Claro, cuando les toca dar la noticia a la familia de que esa pintura heredada con la que pensaban comprarse un chalé en Dénia no vale ni para hacerse con una bicicleta, el disgusto suele ser importante. "Recuerdo una en la zona de Benidorm allá por 2015 cuando dos personas que están en apuros económicos deciden poner a la venta un Picasso por el que unos años antes se habían gastado 30 millones de euros. Fueron al Museo Picasso de Málaga y allí ya les dijeron que ese cuadro no tenía nada que ver ni con el estilo ni la firma de Picasso".

¿Y qué hicieron los estafados en este caso? Pues, como dice López, lo mismo que suelen hacer muchos cuando les cuelan un billete falso: "Intentar recuperar el capital. Comercializarlo a través de internet o de marchantes o anticuarios que saben donde colocar este tipo de obras falsas... Eso es lo primero que nos pone sobre la pista de las obras falsas: la manera en la que se intentan vender".

Demasiados documentos

Precisamente, más que lo evidente o no de la falsificación, lo que más pone en alerta a los agentes del Grupo de Patrimonio es la forma en la que una obra sospechosa se comercializa. 

"Hay familias de falsificadores que se dedican a ello desde hace varias generaciones y que tienen más conocimientos que ciertos restauradores de museos -indica López-. Y gente que va al rastro, compra un bastidor de la época, copia un Modigliani y le pone la firma y que no te percatas de que es falso hasta que le metes los infrarrojos o descubres que el blanco que han usado no apareció hasta después de la muerte del pintor italiano".

El Modigliani "falso" que se muestra en el MuVIM.

El Modigliani "falso" que se muestra en el MuVIM. / FERNANDO BUSTAMANTE

Pero cuando los agentes escuchan que tal anticuario tiene un Goya o que en una página de internet te ofrece a un precio anormalmente bajo un Genovés, no pueden evitar primero sonreír y después ponerse manos a la obra.

"Otra cosa que nos hace bastante sospechar es si las piezas van acompañadas de mucha documentación para demostrar su supuesta autenticidad -añade el subinspector-. La gente piensa que si van respaldadas por documentos notariales, que lo único que hace es certificar la propiedad, o por una autorización del ministerio, que lo único que determina es si se puede comercializar, piensan que así se acredita la autenticidad".

Tampoco el aval de los expertos tiene por qué ser marchamo de nada. "Hay historiadores que han sido despedidos de museos importantes como El Prado que se dedican después a decir si una obra es de Goya o de Tiziano y cobrar por cada informe -advierte López-. Y hay certificados de tasaciones, que lo único que te dicen es que por el tipo de autor y obra valdría no sé cuantos millones, pero no te dice si es o no original. O una prueba de pigmentos, que te dice que puede ser de la época de Goya pero no de Goya".

Benlliures falseados.

Benlliures falseados. / FERNANDO BUSTAMANTE

Benlliure sin Benlliure

En el ámbito valenciano, López señala que lo más falsificado es el arte local, es decir, Sorolla, Pinazo, los Segrelles o Benlliure. Sobre este último el subinspector recuerda que hubo una empresa valenciana, Vicent García Editores, que llegó a comercializar unas supuestas esculturas suyas acompañadas de certificados de autenticidad firmados por el propio Benlliure y que cientos de familias valencianas las compraron. 

"El problema es que Benlliure nunca hizo series de esculturas y, sobre todo, que ya había muerto cuando supuestamente firmó las certificaciones", concluye el policía, quien también recuerda que uno de los nietos del escultor, Enrique, también se dedicó a falsificar la obra de su abuelo.