FERIA DE LA ALBAHACA

Huracán, un toro casi perfecto para gozo de Talavante

La presidencia, de nuevo, ha convertido la plaza en un vulgar bazar concediendo hasta ocho orejas

(De izda. a dcha.) Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante (detrás) y Emilio de Justo; saliendo por la puerta grande.

(De izda. a dcha.) Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante (detrás) y Emilio de Justo; saliendo por la puerta grande. / Javier Blasco

Carmelo Moya

Carmelo Moya

Cuarta de la feria: Toros de la ganadería de El Pilar. Miguel Ángel Perera (dos orejas y oreja tras aviso); Alejandro Talavante, que ha sustituído a Roca Rey (oreja y dos orejas); Emilio de Justo (silencio tras aviso y dos orejas). Lleno. 2, 30 horas de duración.

Carmelo Moya

La plaza de toros de Huesca ha alcanzado este domingo los límites de su más expresivo deseo de conquistar a pulso una segunda o tercera división en lo taurino que tanto anhela abandonar en el fútbol. Duro contraste de identidad que confunde al más pintado pero que se apuntala peligrosamente tarde tras tarde. Eso sí, rebosante de alegría y complacencia.

En algún lugar entre la becerrada de las peñas y el toro de Bilbao tiene que haber un toro «tipo» con categoría para esta plaza. Hablamos por fuera, claro. Porque este domingo, en ese tono de justita presencia de las corridas, la de El Pilar, sin ser la más chica, tampoco se ha comido a nadie. En el sexteto de coloraos se ha colado un toro negro que ha sobresalido entre todos los de la feria.

Huracán ya ha avisado en los primeros compases de la lidia su tendencia a descolgar, planeando, persiguiendo las telas por abajo… A la salida del caballo --el tercio de varas fue el pasado sábado un simulacro, qué seis sueldos más bien ganados-- ha cantado su calidad sin reparo alguno.

Y Talavante que lo ha visto se ha hincado de rodillas para iniciar la faena entre las rayas vaciando a derechas ese torrente sin tregua que se ha comido la muleta. Un doble pase invertido ha desatado la euforia generando una corriente de sugestión que ya no se ha disipado hasta la estocada que puede ser la de la feria. Magnífico colofón.

En ese preludio antedicho, con la zurda se ha intercalado lo fetén y lo chungo. Tala no ha estado cómodo con los enganchones que deslucían los viajes y podían descomponer al toro. Pero el animal de El Pilar lo llevaba dentro. Sus embestidas han sido en bravo sin tregua, de principio a fin. Por la derecha Talavante no ha llegado a reventarlo --como se dice en la jerga-- en pos de alcanzar una mayor duración de la faena. Para gozarlo al completo.

Un toro puramente bravo

Lástima que el viento haya condicionado la cosa porque el toro se ha comido la muleta de puro bravo. Quizá el discreto tercio de varas ha restado puntos para ser un toro de diez. Y como estamos solo a las orejas no se ha planteado ni la vuelta al ruedo. Al final, la sensación es que el toro ha aportado más que el propio torero.

Antes había sorteado un animal en exceso viajero y de pocas exigencias al que le ha costado centrarse en lo rojo para completar una faena con cierta vistosidad pero como parece que las orejas ya se conceden (por según qué presidentes) por defecto, le ha caído una. En fin.

Antes le han otorgado dos excesivísimas orejas a Miguel Ángel Perera en el que ha abierto plaza, un toro casi inválido que ha perdido repetidamente las manos, gateando lastimosamente. Eso y el viento que ha propiciado un sinfín de enganchones no ha sido óbice para que el rey mago del palco premiara aquello quizá atendiendo únicamente al efecto fulminante de la estocada.

Curiosamente, la labor más compuesta de Perera, la de su segundo ha sido reconocida con solo una oreja. '¿What?' Solo para nivel experto la lidia de Curro Javier, qué capote. Luego, faena muy de Perera, de amasar y amasar antes de achicar terrenos y quedarse entre los pitones. 

Recuperación de El Cordobés

El polo opuesto de la mencionada lidia modélica ha sido el capeo a cargo de Morenito de Aries en el sexto. Un sindiós que ha agravado la cambiante condición de un toro que ha acabado muriendo en la puerta de chiqueros con Emilio de Justo de rodillas, intentando alcanzar el éxito de sus compañeros de cartel.

Sin la flexibilidad corporal deseada y lejos de ese torero que nos ha encandilado con su colocación dando el medio pecho, cruzándose el pitón contrario y diciendo el torero con tanta verdad, este domingo ha constatado que su evolución todavía está en proceso. Parece de otra liga.

Mientras, El Cordobés ha viajado a Sevilla para seguir su recuperación tras la cogida del sábado. ¿Recuperaremos Huesca más allá de los contenedores llenos de orejas?