HASTA EL 20 DE ENERO

El Paraninfo rinde homenaje a figuras del cómic aragonés como Antonio Altarriba y Samuel Aznar

La exposición 'Los 80 dibujados. Cómics de la movida aragonesa' reivindica con más de 150 piezas de autor el patrimonio revolucionario de la novela gráfica durante la transición democrática

La exposición estará disponible en la Sala África Ibarra del Paraninfo, en horario de lunes a sábado de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas.

La exposición estará disponible en la Sala África Ibarra del Paraninfo, en horario de lunes a sábado de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas. / UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

Álvaro Jordán

Álvaro Jordán

La Movida supuso un cambio de 180 grados para toda España, donde un movimiento artístico removió las bases ideológicas de la dictadura franquista para dar paso a una época de alevosía juvenil, en la que las nuevas generaciones del país exploraban nuevas facetas a través de formatos como el cine más radical, la pintura o el cómic, denominado como el noveno arte. Las novelas gráficas jugaron un papel crucial en la apertura de esa libertad de expresión tan ansiada, lo que convirtió al género en un elemento tan codiciado por el pueblo como temido por los resquicios de la dictadura. Es por eso que el Paraninfo de Zaragoza ha decidido homenajear esta singular vertiente temporal del cómic con la exposición 'Los 80 dibujados. Cómics de la movida aragonesa', que estará disponible en la sala África Ibarra desde este miércoles a las 19.30 horas hasta el 20 de enero de 2024.

La muestra realiza un recorrido cronológico y temático, de más de 150 piezas, con la llegada de las primeras revistas y fanzines poliurbanos a finales de los 70, como la Casa de la Menta, hasta la profesionalización de los autores como colaboradores en los medios de comunicación y las últimas investigaciones sobre cómic en el año 89, donde destacan documentos como la tesis de Juan Antonio Ramírez sobre el género. En este sentido, Aragón tiene una amplia tradición en el territorio del cómic que ha eclosionado en la riqueza creativa de más de 25 autores como Antonio Altarriba, Samuel Aznar, Isidro Ferrer, María Pilar Herrero o José Antonio Labordeta (en calidad de guionista de cómic); todos homenajeados en la muestra y que contribuyeron al Aragón democrático a través de una evolución artística, social y política de la región.

La colección cuenta con más de 150 piezas que relatan toda la revolución artística y social que supuso el género del cómic.

La colección cuenta con más de 150 piezas que relatan toda la revolución artística y social que supuso el género del cómic. / UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

El espectador puede viajar a través de espacios como la revista crítica El Pollo Urbano, la actualmente renovada revista Neuróptica, el colectivo Zeta, Bustrófedon, la revista Balano o Kaspa de Rata, entre tantos otros. La muestra se acompaña de varias trazas explicativas de la colección hechas con papel de la época, así como un completo catálogo, con textos a cargo de Antonio Altarriba y Julio Gracia, comisario de la muestra. En palabras de Altarriba, el cómic es resultado "de una prolongada opresión, en el que todo explotó de manera colorida, intensa y ruidosa. Estallaron ilusiones, esperanzas, sueños y deseos y se cubrió España de un ritmo, color, de una llamarada de liberación".

Recuperar el patrimonio

La exhibición se ha presentado este martes en el Paraninfo de Zaragoza con la presencia de Yolanda Polo, vicerrectora de Cultura y Proyección Social de la Universidad de Zaragoza; Julio Gracia, comisario de la exposición y Samuel Aznar, artista y diseñador de la muestra. Gracia ha destacado cómo esta exposición permite "recuperar el recuerdo de un patrimonio que actuó como el máximo exponente ideológico de Aragón en los 80, con la reivindicación del cómic como arte".

Para Aznar, contemporáneo de la época, los 80 fueron "una época de máxima explosión creativa, de una liberación de sentimientos por todo lo que conllevaba". Por supuesto, toda la amalgama de diseño del cómic se encontraba en otro punto al actual, donde el autor ha destacado como era una época muy "divertida, aunque con la mente plagada por los pinceles, reglas y la tinta china en un cuarto clandestino donde surgía la magia (risas)".

Al final, esas iniciativas llenas de ambición juvenil acabarían culminando en la consolidación de creaciones aragonesas como Supermaño, la llegada a propuestas de gran tirada nacional como la revista 1984 y la publicación de obras aragonesas en revistas internacionales como Heavy Metal. Un patrimonio que acabaría mostrando el fiel reflejo de nuestra sociedad y que, como ha concluído Gracia, "sin ellos, no se podría trazar la historia de la cultura en su más amplio significado".