LIBROS

Crítica de 'Las vísperas muertas': No quedan días de verano como aquellos

El escritor epilense Francisco López Serrano obtuvo el premio Provincia de Guadalajara de Narrativa Camilo José Cela 2022

Miguel Ángel Ordovás

Con 'Las vísperas muertas', el escritor epilense Francisco López Serrano obtuvo el premio Provincia de Guadalajara de Narrativa Camilo José Cela 2022. Y en verdad puede decirse que el jurado premió más de una novela, ya que la obra merecedora del galardón posee varios niveles, y el lector que se asome al libro ahora publicado por Ediciones Trea encontrará diversos focos de atención.

En primer lugar es una novela de misterio, ya que en ella hay un asesinato, con su criminal desconocido, sus sospechas y sospechosos, sus pistas y su investigación. Pero en realidad este crimen funciona casi como un macguffin hitchcockiano, un pretexto en torno al cual giran los verdaderos objetivos de su autor: retratar un determinado momento histórico, por un lado, y poner en tela de juicio las certezas y verdades que su protagonista cree poseer.

Ambientación histórica magníficamente lograda

La ambientación histórica que recrea López Serrano está magníficamente lograda, y sitúa la acción en la Universidad Internacional de Verano de Santander, en julio de 1936. Los capítulos dedicados al ambiente universitario, con secundarios de postín como Pedro Salinas, José Camón Aznar o Blas Cabrera, reflejan bien la efervescencia intelectual que bullía en el Palacio de la Magdalena en aquellos cursos estivales. Por ello, resulta todavía más dolorosa la segunda parte de la novela, con la irrupción de la Guerra Civil, la suspensión de la universidad y el periplo de sus profesores y alumnos en un viaje de vuelta evitando los territorios sublevados, un recorrido gris que contrasta con los luminosos días santanderinos.

En esa travesía va poco a poco emergiendo la consciencia del protagonista, el becario Víctor, que llega al final de la novela con una mueca de desengaño a la que no es ajeno el cruel despertar que la guerra le provoca, a él y quienes le rodean. Ese sentimiento más desengañado que trágico de la vida reverbera en la novela, como una nota más del acorde elegiaco que queda de una época que definitivamente se quedó atrás. 

‘LAS VÍSPERAS MUERTAS’             

Francisco López Serrano             

Trea Ediciones 

271 páginas