Entrevista | Niño de Elche 'Performer', escritor y músico

"Todo eso del flamenco puro y tradicional es una ficción"

El artista actúa este martes en el centro musical Las Armas de Zaragoza

Francisco Contreras (Niño de Elche) presentará este martes en Las Armas (21.00) su decimotercer disco: ‘Flamenco. Mausoleo de celebración, amor y muerte’. | EUROPA PRESS

Francisco Contreras (Niño de Elche) presentará este martes en Las Armas (21.00) su decimotercer disco: ‘Flamenco. Mausoleo de celebración, amor y muerte’. | EUROPA PRESS / rubén lópez

Rubén López

Rubén López

Performer, escritor y sobre todo un músico tan prolífico como incatalogable, Francisco Contreras, más conocido por su pseudónimo artístico Niño de Elche, aterriza este martes en Las Armas de Zaragoza (21.00 horas). El artista, autodeclarado "exflamenco", presentará de la mano de Son Estrella Galicia su decimotercer disco: Flamenco. Mausoleo de celebración, amor y muerte, un álbum en el que han participado grandes nombres como Rosalía o Yerai Cortés y en el que el alicantino se agarra a la esencia misma del cante jondo.

Lleva ya un año girando con este espectáculo porque el disco se publicó a finales de 2022. ¿Cómo será el concierto de Zaragoza?

Vamos con el formato reducido, yo y dos guitarras. El repertorio será el de este último disco, aunque siempre intento que el directo sea una experiencia distinta a la escucha del disco.

Asegura que las 14 canciones del álbum son como 14 formas de «celebrar el amor y la muerte».

Son dos temas que siempre me han acompañado en mis diferentes trabajos. En este caso tenía ganas de meterme con el repertorio clásico flamenco, esa poesía más popular y abordar esas paradojas contradictorias de que las cosas tristes se cuentan muy alegres y al revés. Todo eso tiene que ver con ese espíritu cercano a la catarsis del flamenco. Y entendí que la mejor forma era recurrir al formato básico de guitarra y cante. El resultado es quizá mi disco más flamenco. Más que nada porque la temática tiene que ver de una forma muy directa con el género, no tanto por las formas estéticas y demás.

Raül Refree es el productor del disco. ¿Cómo de importante ha sido su participación?

Bueno, trabajamos juntos en las composiciones. Y a la hora de producir las guitarras es la persona en la que más confío. Era muy crucial que su mirada estuviera ahí. También porque él me ayudaba a revisitar esas demos que tenía de una forma mucho más popular.

Su intención en este disco era bucear en las estructuras más elementales del flamenco. ¿Esa producción tan minimalista ha ayudado a alcanzar ese objetivo?

Sí, el flamenco más radical es el que más me interesa. Ese flamenco que se hacía a principios del siglo XX, que estaba sin definir con esas guitarras que aún no estaban estereotipadas y con los palos todavía no muy definidos. Esas guitarras más elementales son las que más me interesan.

En el álbum se ha rodeado de cuatro grandes artistas: Rosalía, Yerai Cortés, Angélica Liddell y Rocío Molina.

Sí y las cuatro colaboraciones tienen un sentido dentro de la temática del disco. No soy muy aficionado a invitar a gente por invitar, sino que su espíritu debe tener que ver con el discurso que se trabaja en el álbum.

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¿Por qué decidió autodefinirse como "exflamenco"?

Bueno, no deja de ser una toma de distancia ante el flamenco más convencional. No solo en el sentido estético sino también político, sociológico y comercial. Sí, desde hace un tiempo soy exflamenco, y eso para mí es irreversible. Aunque me temo que hay vicios y modos de pensar conservadores que desgraciadamente no van a desaparecer de ese mundo.

El flamenco nació mestizo, influido por varias culturas. ¿Se puede hablar de un flamenco tradicional?

En mi opinión, todo eso del flamenco puro es una ficción como tantas otras, aunque también por eso genera tantas pasiones y tan violentas. Todo aquel que quiera apropiarse del género lo puede hacer, pero debe saber que a los dos minutos las costuras se van a romper. Sé que no soy un sueño agradable para los puristas del flamenco, aunque también soy consciente de que la irracionalidad y la insensatez es parte de lo que le da al flamenco su razón de ser. Es un mundo de pasiones y delirio, y tratar de pensar en él desde la razón y la lógica es perder de vista el sentido mismo de su existencia.

¿Ha sido la confrontación, no solo contra la ortodoxia del flamenco sino contra los convencionalismos en general, una piedra angular de su propuesta?

No sé si la confrontación o simplemente la puesta en tensión de ciertos discursos que se dan por hecho. A veces lo haces con más conciencia y otras con menos. De todas formas, todo esto creo que tiene que ver más en cómo lo ve el otro. Yo cuando trabajo con temas y conceptos espinosos en el sentido moral, estético o político, sobre todo lo hago por un acto de autocrítica y autoconocimiento. Al principio sí tenía esa alma beligerante, pero ahora no intento ir contra nada ni contra nadie. Por suerte eso lo he ido abandonado y ya no trabajo en confrontación con el otro. Simplemente intento generar realidades paralelas. Supongo que eso basta para despertar odios y escepticismos; en cuanto creas algo que no es catalogable ni etiquetable te arriesgas a sufrir ataques, pero eso es algo que ya no puedo controlar yo.

¿Cómo fue su primer contacto con el flamenco?

Mi padre, mi tío y mi abuelo eran aficionados y cantaban en las fiestas familiares, sobre todo en Navidad. Recuerdo que teníamos un vecino gitano que tocaba la guitarra y yo cuando pasaba por la puerta siempre me quedaba escuchando en la persiana. Mi padre intuyó que eso me podía interesar y me compró una guitarra cuando yo tenía unos siete años. Así empezó a cambiar mi vida.

¿Pasó mucho tiempo hasta que sintió la pulsión de empezar a crear sus propias composiciones?

Bueno, luego fui escuchando más música. Por mis inclinaciones políticas empecé a escuchar por un lado a los cantautores y por otro a grupos de rap metal. En esa mezcla entendí que podía haber cosas que me podían interesar, como así fue.

Su relación con Aragón ha sido intensa últimamente. El año pasado participó en el 275 aniversario del nacimiento de Goya, actuó hace un mes en Periferias y hace unos días en el Auditorio junto al Grupo Enigma...

Sí, seguramente sea una de las comunidades con la que más relación he fraguado en los últimos años. El público me trata siempre muy bien, aunque recuerdo que la primera vez que actué en Zaragoza hubo dos personas que reclamaron que les devolvieran la entrada porque decían que eso no era flamenco. Siempre que se empieza así en una ciudad es porque la relacion va a ir a más (risas). H