Regreso musical

El cantautor aragonés Tomás Bosque pone fin a 45 años de silencio discográfico

El músico retoma su trayectoria con el lanzamiento de un disco-libro en el que homenajea al poeta Desideri Lombarte y a su tierra natal

El cantautor, que no publicaba un álbum desde 1978, lo presentará este martes en el Día del Libro de Zaragoza

Tomás Bosque, Joaquín Carbonell, José Antonio Labordeta y Eduardo Paz en una imagen de 2006.

Tomás Bosque, Joaquín Carbonell, José Antonio Labordeta y Eduardo Paz en una imagen de 2006. / El Periódico

Andrea Sánchez

Andrea Sánchez

Tras casi 50 años alejado de los estudios de grabación, el cantautor aragonés Tomás Bosque regresa con un proyecto en el que une la poesía y la música en un homenaje a su tierra natal y al poeta Desideri Lombarte. Un disco-libro que ha editado junto con la Associació Cultural del Matarranya (ASCUMA) y otras entidades y que presentará este martes en el Día del Libro de Zaragoza. El cantautor nacido en La Codoñera (Teruel) estará firmando ejemplares a partir de las 17.00 horas en el estand del Rolde de Estudios Aragoneses en paseo de la Independencia.

El disco 'Tomás Bosque canta a Desideri Lombarte' está compuesto por diez canciones, dos de ellas son propias, con letra y música del cantautor en las que homenajea al poeta, y el resto son las poesías de Desideri Lombarte. Bosque ha recurrido a un autor con una obra que califica de «fantástica». Confiesa que lo que más le gusta del poeta es que «canta y cuenta con mucha hondura aquel mundo del campo que parece que ya se nos ha ido», algo con lo que se identifica, ya que de joven trabajó como campesino. «Desideri es una fuente inagotable de letras y poemas, quedará para siempre», añade.

Al elepé le acompaña un libro «más bien cortito», detalla, que incluye textos de Bosque, de Cales Sancho y de Josep Miquel Gràcia. El propio cantautor se ha encargado de escribir una carta de presentación a Lombarte y, también, hace un comentario a cada canción, «para que quien lo escuche lo entienda un poquito mejor», aclara, ya que está todo en catalán y aunque manifiesta que «mejor si se sabe la lengua, se entiende perfectamente con un poco de voluntad».

La vuelta a un estudio, en este caso a Kikos, de Zaragoza, para Bosque ha sido algo «muy bonito» y que ha disfrutado «mucho». «Además, tengo la suerte de tener a como amigo a Nano Bermúdez, que viene de familia de músicos», cuenta sobre él, que se ha encargado de orquestar este disco, tal y como hizo con los dos primeros que sacó: 'Cuando los tiempos vienen mejores', en 1977; y 'Tomás Bosque', en 1978.

Pero, como las notas de una canción, que se niegan a desvanecerse, Bosque nunca dejó de componer, de hacer música y de subirse a los escenarios. A lo largo de los años, se formó y trabajó como profesor de solfeo y canto, y aunque venía de estudiar economía y trabajar en varias cooperativas, finalmente se decidió por la canción. «Aunque en un primer momento no se dio, decidí intentarlo, esta vez desde otro punto de vista», confiesa. Lo que le llevó incluso a montar su propia academia en Zaragoza. Este proyecto que ve ahora la luz, es algo en lo que lleva trabajando mucho tiempo el cantautor.

Homenaje a su tierra natal

Y, aunque desarrolló su profesión en Zaragoza, siempre estuvo ligado a su tierra natal. Desde hace 35 años que se fundó la Asociación Cultural del Matarraña, Bosque ha sido socio. «Para llevar a cabo este disco nos planteó la idea y, nosotros como nos dedicamos a apoyar los proyectos de nuestros miembros, no dudamos en apoyarle», cuenta Celia Badet, una de las coordinadoras de la entidad, que califica el trabajo como algo «único». «A pesar de que muchos de los poemas de Desideri se habían musicalizado, no había un trabajo como el que él ha hecho».

Ahora, después de 45 años , Bosque regresa y lo hace con la mirada puesta en el futuro, con planes para más canciones y discos. «Tengo dos más, el primero son algunas canciones que escribí pensando en que las pudiera interpretar Plácido Domingo, pero, al final, no se dio», lamenta. «Alguna la interpretaré yo, pero me gustaría que lo hiciera algún cantante de Aragón», revela. Y, aunque confiesa que tiene «algo hablado» y «muy buenas expectativas», todo dependerá de los medios que tengan. El segundo de ellos es un disco dedicado a Aragón, desde su visión personal. En el que algunos lugares de la tierra son los protagonistas, como el Monasterio de Veruela o el de Rueda.

Más presentaciones y algún recital es lo que le espera ahora al cantautor, pero para el mes de octubre quiere meterse en el estudio. «Tengo las canciones y me voy a dedicar esencialmente a eso, si no se quedarán en una carpeta y nadie las conocerá», concluye.