DENUNCIA CULTURAL

Florencio de Pedro: "Es un expolio cultural"

El artista denuncia que pretenden expulsarle de El taller de los sueños, un estudio que ha cincelado desde hace más de 30 años por el desarrollo urbanístico de 'Parque Venecia 2'

Florencio de Pedro, en El taller de los sueños.

Florencio de Pedro, en El taller de los sueños. / ANTONIO CERUELO

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

Se llama El taller de los sueños no por casualidad sino porque se ha ido construyendo, acondicionando y transformando su aroma en creación artística desde hace más de tres décadas. Pero, de repente, «sin previo aviso, sin negociación y sin respeto», denuncia su propietario, el artista Florencio de Pedro, las empresas constructoras que han adquirido los terrenos colindantes al taller para desarrollar Parque Venecia 2 le han enseñado la puerta de salida: «No me niego a que la ciudad crezca, pero quería que se hiciera con justicia y equidad, respetando los derechos y los intereses de la afección que me atañe y me trunca esta vida creación», denuncia el escultor, que tiene una oferta «insuficiente y miserable» sobre la mesa que no recoge «el más mínimo indicio de compensar el valor patrimonial de más de treinta años de creación y el traslado y la reinstalación de todo el taller. Lo que quieren hacer es un expolio cultural», dice sin tapujos.

Lo que, de momento, le ha dicho la Junta de Compensación que le corresponde (alrededor de 60.000 euros) está muy lejos del peritaje particular que ha realizado el propio Florencio de Pedro y de ser una oferta «mínimamente razonable». El escultor tiene claro que para que acepte irse de la antigua vaquería tendrían que ofrecerle «no solo un espacio nuevo donde quepa todo esto sino sufragar todos los gastos de desplazamiento y de mudanza porque aquí hay muchas obras artísticas y mucho material», recalca.

Un pórtico y un rico jardín

El taller de los sueños es un lugar especial que irradia magia, que tiene su propio pórtico y que sirve como residencia de artistas, además de contar con un taller de escultura, un taller de grabado y un jardín con plantas y arbolado. «Esto no es un derribo o una chatarra, todo está engrasado como una máquina armónica que seguirá con suerte 20 o 25 años más. Si quieren que nos vayamos, que hagan una propuesta de valoración seria y ajustada a la realidad».

El lugar donde está ubicado El taller de los sueños corresponde, según el plan urbanístico de las viviendas planteadas en el lugar, a zona verde por lo que Florencio de Pedro ve ahí una puerta: «Que me dejen, es de justicia y no estorbamos a nadie, podemos ser un centro de arte y exposiciones». Su propuesta, por lo menos hasta el momento, no tiene visos de que vaya a prosperar.

Y es que, en este proceso, el escultor denuncia que el taller no deber ser visto «como un edificio antiguo sino como un activo cultural insustituible porque su desalojo implicaría la interrupción de una tradición artística viva».

Florencio de Pedro, además, está valorando seriamente pedir «daños y perjuicios a las constructoras que han provocado esta situación porque esta pelea te hace enfermar», concluye con rabia aunque sin ninguna intención de reblar en su lucha. 

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