Aragón, plató de cine

Cada vez son más las producciones nacionales e internacionales que buscan en Aragón lugares donde rodar sus trabajos cinematográficos, atraídos por el atractivo de poder encontrar paisajes muy diferentes, grandes escenarios históricos de diferentes épocas, lugares de montaña, desierto, cañones que parecen los del Colorado, valles, ciudades y pueblos, grandes palacios renacentistas y musulmanes, castillos y muchísimo más. Por eso hoy vamos a hablar de Aragón como plató de cine. Y es que las tierras aragonesas han tenido desde los inicios del séptimo arte una estrecha relación con este.

Tenemos personajes como el turolense Segundo de Chomón, uno de los grandes pioneros a nivel mundial de lo que hoy conocemos como «efectos especiales». Grandísimos directores como el calandino Luis Buñuel, quien fue el primer español en lograr el premio Oscar a mejor película extranjera, aunque fuera con una película de producción francesa como El discreto encanto de la burguesía. O también al almuniense Florián Rey, una de las grandes figuras del cine en España, especialmente en la década de 1930, así como a muchísimos más directores, actores, etc., que no cabrían en este artículo.

Para hacer un pequeño resumen de escenarios aragonesas que han salido en diferentes producciones, podemos empezar por la famosa Nobleza Baturra de Florián Rey con una estelar Imperio Argentina y rodada en 1935 en pueblos como Borja y Bisimbre, convirtiéndose en uno de los grandes éxitos de taquilla durante la segunda república.

Durante la Guerra Civil Española, Aragón fue uno de los frentes de guerra más duros y duraderos además de foco de diversos documentales bélicos. Por ejemplo, tenemos el trabajo del francés André Malraux, quien rodó en Teruel y su sierra. Pero es que fueron decenas las grabaciones durante estos años por parte de ambos bandos. José María Claver en su libro El cine en Aragón durante la Guerra Civil catalogó al menos 100 documentales sobre la guerra en estos años en territorio aragonés.

De ese conflicto queda el pueblo viejo de Belchite, que sin duda alumbra las ideas de los productores y cineastas para realizar allí sus trabajos. El director Terry Gilliam rodó en Belchite parte de su desternillante película Las aventuras del barón de Munchausen (1989) con unos jovencísimos Uma Thurman y Robin Williams, aunque la cosa no se queda ahí. Belchite también ha sido escenario de películas como El laberinto del fauno (2006) de Guillermo del Toro, Spider-Man, lejos de casa (2019) e incluso Arnold Schwarzenegger estuvo allí en 2016 protagonizando el anuncio de un videojuego.

Desde luego, la huella de la guerra civil es profunda y ha motivado numerosos rodajes sobre ella por todo Aragón, como la película Libertarias de Vicente Aranda (1996) usando escenarios como Alcañiz, Calaceite, La Fresneda o Albalate del Arzobipso, al igual que Sos del Rey Católico fue el plató para La Vaquilla de Berlanga (1985), de la cual hay una interesante ruta por esta preciosa localidad. Y no me puedo resistir a nombrar la gran obra de Ken Loach, Tierra y libertad, rodada en el Maestrazgo turolense en 1995, o incluso si nos vamos más atrás en el tiempo y aunque fuera rodada desde tierras sorianas, el imponente Moncayo hizo también su papel en la famosísima Doctor Zhivago (1965), interpretando a los Montes Urales rusos. También Los Monegros y el antes desértico barrio zaragozano de Valdespartera han sido escenarios de películas como Salomón y la reina de Saba (1958).

Y para terminar, aunque me dejo muchísimas cosas en el tintero, si nos vamos al tema de los castillos, Loarre se lleva la palma al ser escenario de superproducciones como El reino de los cielos de Ridley Scott con los conocidísimos Orlando Bloom y Liam Neeson (2004), rodajes más recientes como La abadesa(2023), o Irati (2022), ambientada esta última en la época de la Batalla de Roncesvalles pero en buena medida rodada en el castillo oscense, o de documentales como el protagonizado por Charlton Heston en 1988 llamado Opera Stones, dedicado a la historia de la ópera y que también hizo paradas en el Monasterio de Veruela o la Aljafería de Zaragoza. Este palacio zaragozano fue a su vez no hace mucho tiempo protagonista en la serie El Cid en sus dos temporadas, siendo curioso ver revivir en parte, aunque sea en la ficción, los salones de ese palacio de la alegría, orgullo de la taifa zaragozana de la segunda mitad del siglo XI, y que es el palacio árabe situado más al norte de Europa.

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