El partido entre promesas de primer y segundo año con el que se abren las citas del fin de semana del All-Star suele ser, más que una exhibición de básquet total, una fiesta. El sábado, en el Philips Arena de Atlanta no se rompió la tradición. Y Pau Gasol, máximo reboteador de un encuentro en el que aportó 17 puntos a la victoria (132-112) de los sophomores --jugadores de segundo año--, fue uno de los protagonistas del festival.

"Estos partidos se hicieron para los matadores, no para los pívots, pero estoy satisfecho con mi actuación", declaraba el exazulgrana tras el encuentro, en el que jugó 23 minutos y sumó buenas estadísticas: 8 canastas de sus 11 tiros de campo, 5 rebotes ofensivos y 6 defensivos, 2 asistencias, 3 tapones y 2 robos.

"He jugado un buen partido y creo que he hecho un trabajo excelente bajo los aros", analizaba Gasol, que firmó cuatro mates en la primera mitad. Cuando ésta acabó, los debutantes, que habían salido con fuerza y espectacularidad aunque sin estrategia, disponían de una ventaja de 12 puntos.

Gordan Giricek, compañero de Gasol en los Grizzlies, amplió esa ventaja hasta los 15 puntos nada más empezar la segunda parte. Pero la aparición de cierta estrategia defensiva en el equipo de los veteranos y el ataque implacable de los Warriors, Jason Richardson y Gilbert Arenas (jugador más valioso del partido), les llevó a la victoria.

El partido del sábado fue la segunda intervención de Gasol en el fin de semana de las estrellas en sus dos temporadas en la NBA. Y se empieza a hablar ya de que el ala-pívot, si mantiene su trayectoria, deberá aparecer el año que viene en esta cita, esa vez ya en el All-Star de verdad. Además, Predrag Stojakovic revalidó su título de campeón del concurso de triples, lo mismo que hizo Jason Richardson en el de mates.