Las doce tarjetas amarillas y las tres rojas son el mejor indicativo de cómo el colegiado de este partido se encargó de deslucir el choque. Su actuación provocó las iras de los jugadores y borró las ideas ofensivas de los dos equipos, descentrándolos del juego.

Pero aparte de la polémica, el encuentro se presentaba como un duelo entre dos equipos necesitados de puntos que los alejasen de la zona de peligro de la clasificación. De este modo, en la primera mitad no hubo un claro dominador sobre el terreno de juego, aunque fue el Atlético Oscense quien con más peligro se acercó hasta la puerta contraria.

En la segunda mitad, los locales se adelantaron en el marcador, pero el Oliver sacó fuerzas de flaqueza y remontó el resultado en ocho minutos, con sendos goles de Sergio y Alfredo. Este desarrollo dejó algo desorientados a los locales, que aun así conseguirían amarrar un punto en el minuto 85, cuando Iván aprovechó un rechace tras un remate de Jorge Navarro al travesaño. Con un empate a dos poco práctico, y con el enfado de los dos equipos ante la actuación del árbitro, se llegaría al final del encuentro.