El Pirineo se une del Mediterráneo al Cantábrico por dos senderos paralelos a la frontera. Al norte discurre el G.R.-10 francés, mientras que los Pirineos del País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Andorra se unen por el G.R.-11.

Hasta la fecha, estos dos grandes senderos no tenían puntos de unión. Había muchos montañeros que se cruzaban de un lado al otro de la frontera usando los dos grandes recorridos, pero no existía una iniciativa institucional para que se marcaran unos puntos de enlace.

El pasado sábado arrancó una interesante proyecto en el Puerto de Urdizeto con la inauguración de un punto de enlace de los dos grandes senderos. La iniciativa ha surgido del Comité Departamental de Pau de la Federación Francesa de Senderismo y las Federaciones Vasca, Navarra y Aragonesa. También están involucrados el Comité de Tarbes con Aragón y Cataluña y lo mismo entre el homólogo del Ariege, Andorra y Cataluña.

Los puntos de comienzo y final de los grandes recorridos que pasan por el Puerto de Urdizeto son los municipios de Parzán y Saint Lary. En el collado se ha colocado una placa en español y francés.

Junto a Urdizeto, habrá puntos de contacto en Aragón en el Puerto del Palo, el Puerto de Escalé, el Collado de los Monges, el Puerto Viejo del Portalet, el Puerto de Marcadau, el Puerto de Bujaruelo, el Puerto de Barrosa y Puerto de la Glera.

El viaje entre Parzán y Saint Lary es bastante cómodo y está hecho a la medida de los senderistas mejor entrenados. En una larga jornada de camino se recorre el corazón del Sobrarbe por los macizos de la Punta Suelza y la Punta Fulsa y el imponente lago de Urdiceto.

El desnivel positivo desde Parzán (1.444 metros) hasta el collado es de casi 1.000 metros con un total de cuatro horas y media de marcha ascendente. Los primeros tramos de G.R.-11 son por la carretera que se dirige a Francia. Son 1.500 metros de asfalto antes de tomar a la derecha la pista a Urdiceto.

Se cruza el río Barrosa, por la derecha del barranco de Urdizeto. El senderista camina por una pista de once kilómetros en la que, pese a que el camino es evidente, se echan en falta más señales rojas y blancas de confirmación.

En dirección paralela a la frontera, los bosques dan paso a las praderas. A la espalda del senderista se dejan ver La Munia y La Robiñera. Después de tres horas se llega a la Central Eléctrica (1.940 metros).

El sendero

A partir de aquí se abandonan las lazadas de la monótona pista y el caminante elige un sendero. A partir de unos paneles informativos se toma la dirección noroeste y en algo más de media hora se ganan los últimos 200 metros hasta el collado situado a 2.403 metros.

El paisaje es espectacular. Al oeste el valle de Pineta con el Monte Perdido y el Cilindro. Al sur la Punta Suelza y el lago de Urdizeto y al norte un panorama muy diferente. El valle de Riomajou es un alfombra de praderas y bosques.

Este larguísimo valle discurre de norte a sur a lo largo de unos 15 kilómetros. El sendero marcado con círculos azules y las bandas blancas y rojas llega hasta el Hospice de Riomajou. Aquí se convierte en una pista y después en una carretera que lleva a Saint Lary donde entra en el G.R.-10.