Raúl Martínez ha logrado este verano un gran machada. El alpinista conquistó el pasado 13 de agosto la cima del Korgenvskaya, una de las cinco montañas más altas de la antigua URSS De esta manera, es el primer aragonés en culminar esta interesante cumbre.

Martínez es un montañero peculiar. Aunque nacido en Zaragoza hace 34 años, es montisonense de adopción, trabaja en el IES Salesianos de Monzón, preside el Club Boscos y pertenece al Peña Guara de Huesca. Es un sensacional todoterreno del montañismo. Su historial es muy completo y ha estado en Alpes, Andes, Atlas y Escocia.

El pasado 29 de agosto regresó a Monzón con el Korgenvskaya en el bolsillo. "De los dos montes que pensaba hacer, el Comunismo (7.495 metros) y el Korgenvskaya (7.134 metros), sólo pude hacer el segundo al coger una salmonelosis. El primer pico lo había hecho un aragonés, Santiago López Cuadra, y el segundo yo he sido el primer aragonés de la historia en hollarlo". Las otras tres cimas del Leopardo de las Nieves (Kang-Tengri, Pobeda y Lenin), los cinco picos más altos de la URSS, ya las había conquistado algun aragonés.

En Dushanbe, la capital del Tadjikistán, comenzó su aventura en la montaña del Pamir Martínez junto a Chus Lago, la primera española en hacer el Everest sin oxígeno y que intentaba ser el primer español en hacer el Leopardo de las Nieves y el georgiano Merab Khabazi.

El campo base

Desde Dushanbe los tres escaladores cogieron un helicóptero hasta el campamento base. "Está a 4.300 metros y coincidimos allí con un centenar de personas. Es el más cómodo del mundo puesto que tiene cabañas prefabricadas y en vez de dormir en sacos, lo hacemos en camas. Tienen hasta sauna", explica Martínez.

Allí coincidieron con Xavier Ormazabal, que se adelantó a Lago y fue el primer español en reunir el Leopardo de las Nieves . Al campamento base llegó enfermo Martínez. "Estuve quince días con diarreas por la salmonelosis y estuve a punto de regresar a España", afirma.

El montisonense realizó el primer ataque al Korgenvskaya con Khabazi y Lago y alcanzó el campamento III. "Estuve a 6.300 metros totalmente enfermo, me quedé muy débil y mis compañeros llegaron a la cumbre el 4 de agosto". El oscense regresó al campamento base con Lago y Khabazi. "No comía nada. Intentaba beber muchísimo. Perdí unos diez kilos en 15 y estaba muy débil".

Pero sucedió el milagro y se recuperó con rapidez. "Conocía muy bien el terreno hasta el campo III y me lancé en solitario a la cumbre puesto que hacía buen tiempo". El comienzo de la ruta es por terreno rocoso y sinuoso. Del campamento I al II el trayecto es corto y empinado por un glaciar y del campamento II al III se bordea un glaciar. De 6.000 a 7.100 metros es un terreno comprometido de arista. "Es muy aérea y hay que estar muy atento siguiendo la huella. El mayor problema es el viento al ser un pico aislado. El día que llegué a la cumbre apenas hizo aire", recuerda.

En esos comprometidos momentos en los que Martínez iba solo por la arista con el peligro que suponía caer al vacío se concentró al máximo. "Me repetía a mí mismo que debía estar concentrado y tener la mente clara. Intentaba no salirme de la huella. Vi el cuerpo de un montañero checo que se mató el año pasado", apunta el alpinista de Peña Guara.

Pese a la enfermedad, Martínez demostró estar como un toro. "Llevaba una mochila elegante en el asalto a la cumbre. Tendría más de 30 kilos de peso y estaba más fuerte que Lago y Khabazi", dice.

El año que viene su reto será el Nanga Parbat con Carlos Pauner. "Si tengo presupuesto quiero ir al Karakorum en julio y agosto con Pauner. En está expedición me he quedado muy pelado de dinero. Sólo me apoyaron Artiach y Ortosport", explica Martínez.