El Real Zaragoza B no pudo superar en la Ciudad Deportiva a una Gramanet que hizo un gran partido. El empate final es justo ya que cada parte fue dominada por uno de los equipos. El cuadro aragonés, que pierde el liderato tras el triunfo del Alicante en el campo del Espanyol B (1-2), no logró ayudarse de la expulsión de Pons antes del descanso para adueñarse de los tres puntos.

La primera ocasión fue obra de Ollés, que envió una volea fuera. Fue un inicio malo del filial, aunque el conjunto visitante no materializó con tantos ese dominio. El Zaragoza B se limitaba a esperar a su rival valiéndose de la solidez defensiva de Herrero y Bobed. Con el paso de los minutos, el combate se niveló y el propio Herrero, con un lanzamiento lejano, se encargó de probar a Morales. Delgado lo intentó también desde la larga distancia y el rechace del meta catalán no fue aprovechado por los delanteros aragoneses. Toledo dispondría de otra gran ocasión antes del descanso.

AGRESION Una falta de Carmelo a Pons derivó la agresión del jugador del Gramanet al defensa aragonés y la expulsión del visitante. Ocurrió lo que se esperaba y el filial tomó la manija del duelo gracias a la dirección de Longás y Carmelo. El balón era suyo pero las ocasiones no llegaban. Ninguno de los dos porteros tendría mucho trabajo en la segunda mitad aunque los rápidos contragolpes de la Gramanet llevaron el peligro a la zona de Zaparain. La velocidad de Aaron y Carretero casi causa un disgusto a la zaga local.

Un tiro de Delgado y un cabezazo de Piti tras un córner sacado cuando apuntaba al gol fueron las oportunidades más claras de los de Solana. Con el partido casi acabado (min. 87) el ex del Huesca Rubén Blaya empalmó una vaselina desde el centro del campo que a punto estuvo de colarse en la portería aragonesa. El susto valdría para poner fin a un nuevo empate del Real Zaragoza B en su propio campo.