El Montecarlo se impuso al Santutxu en un encuentro que tuvo desde el principio bien controlado, pese a que la salida del gigantón Galder le causó alguna incomodidad en la segunda mitad.

El equipo local cogió las riendas del juego y, ya en el minuto nueve, Arribas pudo marcar a consecuencia de un saque de banda. Pasado el cuarto de hora, Contreras envió un balón al larguero y, poco después, llegó el primer gol. Un saque de falta buscando el remate, bien ejecutado por Rodri, acabó en un barullo que Lamata se encargó de solventar mandando a las redes el esférico. Los aragoneses arreciaron y fue Arribas, tras un buen servicio de Moreno, quien remató pero el meta Endika detuvo el balón. Lo normal era que llegase otro gol, y así fue. Juan envió la pelota a Moros que la cruzó de vaselina, con un gesto de gran calidad, hacia el segundo palo.

En el descanso, el Santutxu sacó a Galder, un corpulento y alto ariete que creó cierta inquietud y generó una referencia para sus compañeros, si bien hay que decir que apenas creó peligro real. La primera ocasión aragonesa llegó en un tiro cruzado de Edu.

Conforme pasaron los minutos, el Montecarlo se estiró y así, en el minuto 77, tras una buena progresión de Ramón con el balón, éste abrió a Rodri, quien centró para que Arribas rematase a gol. De esa forma, el Montecarlo liberó la tensión porque, en alguna acción aislada, los visitantes lograran acortar distancias y se metiesen en el partido.