Las sombras predominan en el dibujo de un Real Zaragoza que deberá afrontar los próximos meses de competición con una plantilla de 23 profesionales que incluye a tres descartados y tres lesionados de larga duración y deja una realidad de 17 jugadores más Laguardia. Los no fichajes y las no salidas de los descartados conforman un conjunto justo de efectivos y especialmente débil en su línea defensiva, muy similar a la de la del descenso, con apenas dos refuerzos y con un puesto específico sin cubrir, el lateral derecho. El cierre del mercado ha convertido en definitivo un boceto con aspecto provisional.

La portería fue el primer puesto en completarse

Aunque tanto la renovación de Javier López Vallejo como la cesión de Juan Pablo Carrizo por parte del Lazio se dilataron en el tiempo, la portería fue y es el primer y único puesto del Real Zaragoza que está definitivamente cerrado. Vallejo aceptó su renovación el 10 de julio después de que el club no llegara a un acuerdo para la continuidad de Toni Doblas, que le había ganado la titularidad en la segunda vuelta de la Liga. Carrizo, ahora mismo concentrado con la selección argentina, llegó a Zaragoza sin haberse cerrado su cesión, por lo que tuvo que contar con permiso del Lazio para ejercitarse junto a sus nuevos compañeros hasta que re regularizó su situación. El argentino es el meta titular de Marcelino.

Dos refuerzos tardíos y sin lateral derecho

La defensa es la zona más débil del Real Zaragoza en su regreso a Primera División. Con Paredes y Pulido descartados por el cuerpo técnico, con Diogo y Goni lesionados, Marcelino García Toral cuenta ahora mismo con tres centrales profesionales más Víctor Laguardia y un lateral izquierdo, el serbio Obradovic, incorporado la semana pasada.

Ayala, en el tramo final de su carrera, y Pablo Amo, llegado a mediados de agosto desde La Coruña, fueron los centrales titulares frente al Tenerife. El tercero, con Goni fuera tras haberse roto los ligamentos la pasada campaña, es Víctor Laguardia, que tiene ficha con el filial blanquillo. Paco Pavón es el cuarto central para Marcelino. Laguardia, además, puede perderse un mes de competición si es convocado por España para disputar el Mundial sub-20. Raúl Goni continúa su proceso de recuperación y podría regresar en el mes de noviembre, aunque una rotura de cruzados como la que sufrió suele impedir un elevado rendimiento de manera inmediata. En los laterales, Obradovic aparece como único ocupante del izquierdo mientras que el inquilino del derecho, Carlos Diogo, no podrá volver a jugar hasta enero. Laguardia fue el lateral derecho frente al Tenerife y Leonardo Ponzio será el comodín de Marcelino para completar cualquiera de los dos laterales cuando haga falta.

Falta un cerebro pero hay buenas alas

Marcelino cuenta con ocho centrocampistas en una línea que adolece de un verdadero cerebro pero que cuenta con dos alas poderosas. El técnico dispone de tres mediocentros de un corte muy similar, más orientado a la contención, como son Gabi, Ponzio y Abel Aguilar, fichado este verano. El cuarto podría ser Jorge López, uno de los jugadores con más calidad de la plantilla y también más versátiles, puesto que puede actuar en toda la medular. Para la derecha llegó uno de los fichajes estrellas del verano, el inglés Jermaine Pennant, llamado a ser titular indiscutible en el equipo. Jorge López puede reemplazarle, o situarse también en la izquierda, donde ha llegado Marko Babic y actúa también Ander Herrera, convertido en bandera del equipo tras la venta de Zapater.

Actualmente hay dos delanteros disponibles

La disponibilidad real de delanteros ahora mismo es Arizmendi y Uche. El Zaragoza tiene cinco puntas, pero uno de ellos está lesionado y otros dos deben regular su situación. Ewerthon tiene todavía por delante tres partidos de sanción y aún existe la posibilidad de que abandone el club para irse a Qatar hasta mediados de mes. Marcelino, tras explicar ayer que el delantero se había despedido de él, indicó que, si finalmente se queda, contará con Ewerthon. Ángel Lafita ya se encuentra en Zaragoza, pero la Liga de Fútbol Profesional todavía debe decidir sobre su situación --el Deportivo apurará el plazo hasta el martes para presentar alegaciones-- y el club estima imposible que pueda disputar la segunda jornada. Braulio fue operado en julio tras un esguince de tobillo y debería regresar en noviembre, aunque lo más previsible es que salga del club en diciembre, cuando se reabra el mercado y, con él, la posibilidad de eliminar alguna de estas sombras en el equipo.