El fichaje de Adrián Colunga por el Real Zaragoza se ha convertido ya por derecho propio en el culebrón del verano. La tardanza del club aragonés en cerrar su fichaje por las altas pretensiones económicas del Recreativo de Huelva (3 millones de euros al contado), el propietario de sus derechos, está provocando que al delantero le surjan nuevas novias. El Galatasaray turco y el Benfica de Portugal también se han fijado en Colunga, que completó una recta final de temporada sobresaliente y decisiva para la salvación del Real Zaragoza. Además, el Betis, que ofrece 2,4 millones pero adonde el asturiano no quiere ir por ser un Segunda, y el Espanyol, también pretenden al futbolista, que al principio del verano se negó a ir al Wigan inglés, que había alcanzado un acuerdo total con el Recreativo por 3 millones.

Antonio Prieto, director deportivo de la entidad zaragocista, anunció el lunes que esta semana sería importante para definir si Colunga puede acabar regresando al Real Zaragoza o no. El club aragonés cuenta con una baza trascendental: el deseo firme del ariete de jugar en La Romareda. De ahí, el acuerdo total entre las partes: cinco temporadas a razón de una ficha que rondaría los 600.000 euros anuales. Por el momento, poner punto y final a este culebrón ha sido imposible dada la postura inflexible que mantiene el Recreativo de Huelva que, eso sí, está obligado a vender al futbolista dada su maltrecha economía. El decano exige 3 millones de euros en dinero contante y sonante, y no acepta por el momento ni plazos ni pagarés.

PRECARIEDAD ECONÓMICA El Recre todavía debe pagarle a la Unión Deportiva Las Palmas un millón de euros de los 2,7 en los que se fijó su traspaso desde Canarias hasta Huelva. Su situación económica es realmente problemática, ha establecido un tope salarial en Segunda de 150.000 euros e incluso podría tener que entrar en la Ley Concursal.

De momento, el Real Zaragoza no ha sido capaz de llegar a la cifra que solicita el conjunto andaluz. Y mientras tanto a Adrián Colunga le siguen apareciendo pretendientes: el Galatasaray y el Benfica, destino de Roberto, han sido los dos últimos.