Un día después de ser expulsado del entrenamiento por no estar trabajando con la suficiente actitud, Contini completó la sesión a puerta cerrada en La Romareda. Si el miércoles fue Gay quien habló con el central italiano, y también lo hizo Gabi, ayer Nayim también le apretó las clavijas para buscar su reacción y Contini completó una buena sesión para hacer ya efectivo el indulto. Jugará mañana, aunque ya sabe que debe mejorar sus prestaciones, tanto en el trabajo diario como en los partidos, pero no está el Zaragoza para prescindir de demasiados futbolistas y menos de un central como Contini, aunque esté lejos de la versión que ofreció el pasado curso. El defensa salió de La Romareda deprisa y sin querer hacer declaraciones, a pesar de que varios medios le preguntaron.

El central italiano no ha tenido el mejor arranque de temporada. A los problemas físicos derivados de su puesta a punto tras llegar con sobrepeso a la pretemporada le ha añadido otros de índole personal. Contini no es el que era, pero el club y Gay siguen confiando en él. Sin embargo, su acto de indisciplina el miércoles no se ha pasado por alto. Se le ha insistido en que ése no es el camino y que tiene que aportar mucho más. Así se lo dijeron tanto el primer entrenador como el segundo. Tendrá mañana otra oportunidad y estará en el once, pero su margen para volver a equivocarse en la actitud se ha visto muy reducido.

Ese toque de atención también se lo dio Gabi: "Ha vuelto a entrenarse como suele hacerlo. Es un jugador muy importante para nosotros y que nos hace mucha falta. En estas circunstancias necesitamos lo mejor de cada uno y hay que exigírselo. Tuve una charla con él para intentar ayudar porque no podemos permitir que ningún jugador se caiga del equipo", dijo.