El triunfo en Copa ante el Betis tuvo sobre todo su valor terapéutico. Ayer, en El Saler, los rostros de la plantilla mostraban cierta liberación. En Sevilla, el equipo no hizo mucho más que en varios partidos de este inicio de Liga, pero ganó y a un rival que es líder de Segunda. Reconstruir un bloque tan desarmado lleva su tiempo, pero el primer paso se dio y hasta pareció cambiar la suerte, otro buen síntoma.

Así, en el ´stage´ no había sonrisas a mandíbula batiente, porque basta mirar la tabla para darse cuenta de que el equipo sigue colista y sin ganar en Liga y mañana tiene que jugar en Mestalla, pero sí el triunfo en Villamarín, el primero del curso, ha supuesto una inyección de autoestima, que estaba muy baja y que ahora ha salido un poco a flote. Se quiere que esa victoria suponga un punto de inflexión, el comienzo de una reacción que debió llegar mucho antes y a la que todavía se espera en la Liga, donde la situación, no se olvide, es dramática.

El triunfo ante el Betis también ha dado algo más de aire a Gay, cuyo futuro sigue pendiente de un hilo, pero que observa con más tranquilidad la difícil cita en Mestalla. Una derrota en Copa hubiera supuesto que se jugara el puesto a cara o cruz ante un Valencia de Champions. Ahora, su margen es un poco más amplio. No mucho, eso sí. Salvo que la cita ante el equipo de Emery depare una derrota contundente, con mala imagen incluida para dejar en nada la reacción en Copa, todo apunta a que Gay llegará al partido con el Mallorca. Eso sí, esta aseveración debe contrastarse con el carácter impredecible de Agapito Iglesias, que siempre deja margen para la improvisación.

LAS SENSACIONES Esa mejoría anímica se palpaba claramente ayer en El Saler: "Necesitábamos esta victoria y se ha resistido bastante. Tiene que servir de punto de inflexión, que nos dé otro ánimo, que nos haga ver que podemos ganar y que remontaremos el vuelo", aseguró el exvalencianista Jorge López, que sabe que será muy difícil puntuar en Mestalla. El Valencia perdió en la última jornada contra el Mallorca en su feudo y "es muy difícil que un grande tropiece dos veces seguidas en casa. Sin embargo, queremos intentarlo, hacernos fuertes atrás, defender bien y aprovechar las ocasiones que tengamos. Ahí estarán las claves", añadió.

Un mensaje muy similar mandó Gabi, que tiene claro que al equipo "le hacía falta algo así. La Copa es diferente, pero haber ganado nos da moral para afrontar lo que queda en la Liga. Esto debe ser el inicio para empezar a remontar el vuelo. Yo espero ver ya un Zaragoza diferente en Mestalla", sentenció el capitán. Mientras, Edmilson subrayó que "la mentalidad del equipo sigue siendo fuerte. Los jugadores nunca desistimos de trabajar bien y siempre dimos la cara. Ahora, es momento de recoger los frutos", reseñó. Son mensajes muy diferentes a los de antes del choque en Villamarín. Lo dicho, el aire es otro. Más fresco...