Hasta que el Recre puso la directa en el liderato desde la sexta jornada la Segunda había cambiado de líder cada semana. Además, equipos que empezaron bien, como Alcorcón, Mirandés o Girona, ahora pululan por la zona media-baja. Son dos ejemplos de la igualdad, o habría que decir mediocridad que preside este torneo, donde solo la fortaleza del Recre (23 puntos) y la debilidad de un Castilla que lleva 3 se salen de verdad de ese guión igualitario, que tiene su mejor exponente en la tabla.

En ella se constata que entre el Murcia, segundo con 18 puntos y con billete ahora mismo de Primera, y el Sabadell, que colecciona 12 y que es decimoctavo, es decir el último de los equipos que lograría la permanencia, solo hay dos victorias de diferencia. Seis puntos suponen el margen en 17 puestos ligueros. Nunca desde que la Liga de Segunda tiene el actual formato de 22 equipos y tres puntos por triunfo, desde la campaña 97-98, la separación había sido tan estrecha.

En las tres últimas temporadas, donde la fórmula para subir ha variado para pasar de los tres ascensos directos a dos y una tercera plaza por un playoff, la distancia entre la cabeza y el descenso era mucho mayor a estas alturas que en esta campaña. Así, en el curso pasado, el Elche era líder con 25 puntos y el Almería, segundo con 20. Los almerienses tenían 10 puntos de renta con la Ponferradina, que ocupaba la última de las plazas de salvación tras 10 jornadas.

En la temporada 11-12 la distancia entre el segundo, que era el Sabadell, con 20 puntos, y el decimoctavo, el Cartagena con 8, era de un total de 12 puntos, el doble que ahora. El líder tras diez citas era el Hércules, con 25. Mientras, en el curso 10-11 era segundo el Celta de Paco Herrera, con 21 puntos y el Huesca que estaba en esa posición 18 llevaba 10. Es decir, 11 puntos de distancia. El líder en ese momento era el Betis (25) .

Las causas

Con esa igualdad, que hace que el Zaragoza con sus 15 puntos tenga casi igual de lejos la plaza de ascenso directo, que está a tres, que renta con el primero de los equipos que bajan, cuatro con respecto al Jaén, la Segunda deja clara una pérdida de nivel más que manifiesta en la temporada actual. La limitaciones presupuestarias de la Liga han nivelado fuerzas y han supuesto un descenso de calidad futbolística en los equipos.

Puede ser pronto para decirlo, pero se aventura un ascenso más barato por esa gran igualdad de la que solo se sale por el momento el Recre. Ahora más que nunca en Segunda prima más el bloque que las individualidades, por eso el Decano, sin jugadores de renombre pero bien trabajado, es el dominador. Después de los onubenses, la igualdad, la mediocridad máxima, ha permitido que el Zaragoza haya tardado tan poco en reponerse de su mal inicio para rozar una zona de promoción de ascenso que ya pudo pisar en Riazor si no llega el postrero gol de Borja.