Tocó fondo el Real Zaragoza en Jaén. Aquel 16 de noviembre, Paco Herrera quedó más en el filo que nunca y la estrechez económica y, en menor medida, la falta de un sustituto claro dieron al entrenador catalán una vida más, una bala que aprovechó, porque la victoria ante el Girona 7 días después supuso el comienzo de una racha que le ha llevado a ganar 16 de los últimos 21 puntos, con 5 triunfos (Girona, Las Palmas, Córdoba, Sporting y Alcorcón), un empate (Murcia) y una sola derrota, en Sabadell. Desde aquella derrota en el estadio de La Victoria el Zaragoza es el mejor equipo y ha recortado distancia con todos los rivales.

El fútbol tiene ese factor imprevisible. Jaén marcó el estallido de la crisis más fuerte del curso. Desde allí, el club ya estableció una lista de salidas (Paredes, Movilla, José Mari, Ortí y Porcar) que mantuvo y que fue el germen de las demandas por impago, Herrera tuvo que capear una tormenta en el vestuario y fuera de él, pero el equipo se ha levantado. Lo hizo con poco fútbol ante el Girona, con mucha fortuna frente a Las Palmas y Córdoba, para volver a recaer en la mediocridad en la derrota en Sabadell y en el empate ante el Murcia.

Sin embargo, con el cambio de año, en la crisis por las demandas de Movilla, José Mari y Paredes, en el terremoto que generaron en el vestuario y entre la plantilla y la directiva ha surgido la reacción más convincente del curso. Herrera ha recuperado efectivos (Montañés, Acevedo, Barkero, Luis García), ha ganado atrás con Arzo y ha dado con un patrón de juego que supone un fútbol con cierta fluidez. Pero el gran cambio está en la forma de afrontar los partidos. Al Zaragoza por primera vez se le ve con alma, con espíritu y más intenso. Así se mostró en Gijón, en un choque muy tenso, y ante el Alcorcón, en el partido más solvente en casa.

Queda por ver si esta mejoría tan acusada en los dos últimos partidos se queda en un espejismo, pero lo cierto es que desde Jaén el Zaragoza sí tiene un balance, unos números, para subir. Ese día, al terminar el duelo, llevaba 3 derrotas seguidas y 5 partidos sin ganar, rozaba el descenso, era decimosexto con un solo punto de renta con el peligro, y tenía el billete directo del ascenso a 10. Ahora, siete citas después, es tercero y solo lo tiene a uno. Y varios de los gallos que estaban arriba han pasado por una severa crisis, señal de la mediocridad de la categoría. El Recre, por entonces líder, solo hizo 5 puntos de 21 y el Lugo, que iba tercero, dos.

A Deportivo (10), Eibar (10), Las Palmas (8) y Córdoba (7) también les ha recortado mucho desde la jornada 14. De hecho, en las últimas siete jornadas los números más sólidos los han presentado los equipos que aquel 16 de noviembre estaban en la cola. El Hércules, siguiente rival, sumó 15 puntos de 21, para sacar la cabeza del descenso y el Sabadell se ha instalado en la zona media con otros 15, mientras que el Castilla, que estaba desahuciado hace dos meses, ha logrado 14 para ver más de cerca la salvación, aunque sigue siendo el colista de la categoría.