Un gol de penalti del argentino Leo Messi al inicio del segundo tiempo y otro del brasileño Dani Alves al filo del 90 le sirvieron al Barcelona para cerrar la ida de los octavos de la Liga de Campeones ante el Manchester City con un 0-2 que pone cuesta abajo la eliminatoria para los azulgrana.

El Barcelona dominó el duelo desde el inicio y selló tras el descanso su superioridad desde los once metros, después de que el árbitro sueco Jonas Eriksson castigó con penalti y expulsión una entrada del argentino Demichelis a Messi sobre la línea.

Tras el penalti, protestado por el público del Etihad, que vio la falta fuera del área, el City perdió algo del orden defensivo que había mantenido hasta entonces, y propició que Neymar, que había saltado al campo poco antes, se aliara con Alves por la derecha para fabricar la jugada del gol que selló el marcador. Valdés, por su parte, aseguró el resultado al detener un duro disparo de David Silva y rechazar un remate del serbio Dzeko cerca del final.

El técnico de los locales, Manuel Pellegrini, había asegurado antes del partido que el City saltaría al campo dispuesto a disputarle al Barça la posesión, pero pasados unos primeros minutos en los que ambos conjuntos se dedicaron a valorarse con respeto, los de técnico Martino comenzaron a ahogar a los ingleses y arrinconarles en su área.

Los citizens son uno de los equipos más técnicos de la Premier, pero están acostumbrados a rivales que basan su juego en el contragolpe, y la facilidad de los azulgrana para hacer circular el balón a una velocidad poco vista en Inglaterra se les atragantaba más de lo que parecía haber previsto Pellegrini.

Martino hizo un dibujo pensado para no dejar respirar al City, con un medio campo controlado por Busquets, Cesc y Xavi, que cumplía 144 partidos de Champions, tantos como el exmadridista Raúl. Apoyados por Iniesta, y con Messi y Alexis adelantados, los futbolistas creativos del Barça torturaban a Touré y Fernandinho. Solo los españoles David Silva y Álvaro Negredo lograron inquietar a los visitantes, a los que el tiempo y la superioridad les daría la justa victoria.