Regalón anotó en Gijón en el minuto 73 el último gol del Numancia. Era el 1-2 en El Molinón para el equipo soriano, que se quedó con el premio menor del punto porque seis minutos más tarde hizo Scepovic el empate. Desde ahí, el Numancia ha sumado dos puntos de los 15 en juego, un balance que le ha desinflado en la clasificación, coronado con la derrota sufrida la última jornada frente a filial azulgrana en Barcelona, que ha roto una racha de más de media vuelta puntuando en los desplazamientos.

No es de extrañar que Anquela pidiera ayer a su equipo afrontar el encuentro ante el Zaragoza al 120% para que el Numancia vuelva a ser al equipo intenso que demostró en buena parte de la temporada. Como ahora Simeone es el entrenador de moda, Anquela no dudó en seguir uno de los principios del cholismo. "No siempre gana el mejor, sino el colectivo que tiene más ilusión por ganar y más trabaja en el partido", dijo, parafraseando al técnico colchonero, quizá con la esperanza de coger también su estela triunfal.

Porque el equipo de Anquela necesita ya una victoria revitalizadora y para ello tiene que romper con los más de 360 minutos --377 en concreto-- sin marcar un tanto --cuatro jornadas, con tres derrotas y un empate-- y con una racha negativa en su estadio de Los Pajaritos, donde ha perdido en 2014 frente a Alavés (0-2), Lugo (0-1), Alcorcón (0-1) y Mirandés (0-1). Tanta pobreza goleadora hace que hoy Anquela dude en su punta de lanza, entre ubicar en ataque a Enrich o apostar por Pedro Martín.

El último triunfo soriano hay que buscarlo el 2 de marzo, cuando se impuso en Los Pajaritos al Murcia por la mínima. Y ese lastre, cinco semanas después, es un peso demasiado grande. Así, las miradas del Numancia --luchar por la permanencia o por la promoción-- dependerán de su comportamiento ante su propia afición en las nueve jornadas que faltan para cerrar la Liga, con el Zaragoza como primer examen. "Es el equipo el que tiene que dar motivos para que los aficionados numantinos estén orgullosos y el que tiene que conseguir en el campo enganchar y unir a su afición", dijo Anquela.