Isaac Fotu no quiere olvidar de dónde viene. Tampoco podría. Lleva su historia, la de su familia, grabada en la piel, en enormes tatuajes que decoran sus brazos, manos, pecho y espalda. "Es mi cultura", resume este ala-pívot neozelandés nacido en Inglaterra, de padre tongano y madre británica. En el pecho derecho luce una escena que evoca la historia de Inglaterra y, en el izquierdo, hasta la muñeca, no queda un hueco sin tinta en un enorme dibujo tribal de origen polinesio. "Es por mi familia, por mi madre y por mi padre, que nació en Tonga".

Es un tatuaje tradicional, aunque Fotu eligió hacérselo con las técnicas modernas y no con huesos y madera, que le costó más de 25 horas de sesiones con la aguja. En el bíceps se incluye también su segundo nombre Mana Mei Langi, que significa dado del cielo. Todo su brazo izquierdo está cubierto con estos dibujos tribales que evocan a los indígenas que habitaban Nueva Zelanda antes de la llegada de los europeos. Y ahora ha añadido algo más en su mano izquierda. "Este me lo he hecho aquí, hace un mes más o menos", explica. Es un primer plano de la cabeza de un león, uno de sus animales favoritos. "Me lo hice porque me gustan mucho" y aclara que no es porque el león sea uno de los símbolos de Zaragoza.

En la espalda luce su apellido, Fotu, y en el antebrazo derecho una cita bíblica. "He who kneels before God can stand before anyone", que significa el que se arrodilla ante Dios puede estar de pie ante cualquiera. Una historia grabada en la piel de este joven jugador que, con 22 años, ha pasado por York, donde nació, Auckland, Hawaii, Zaragoza y Manresa, con quien se enfrentará el domingo.

"Es bonito enfrentarse al equipo en el que jugué la temporada pasada pero al mismo tiempo es un partido más que tenemos que ganar y es muy importante para nosotros. Seguro que es un partido bonito y emotivo de jugar pero también necesitamos la victoria", reconoce el jugador, que agradece su paso por el club catalán de la mano de Pedro Martínez. "Es un gran entrenador, me ha enseñado mucho en un año muy importante porque era mi primer año como profesional. Es un gran entrenador como se está viendo en Valencia, que está haciendo cosas importantes".

"Creo que he mejorado mucho desde que estoy aquí porque esta Liga es muy dura, tienes que enfrentarte a jugadores muy buenos y muy duros y quiero seguir mejorando", indica Fotu. En esa mejora han tenido mucho que ver los entrenadores. "Aprendí mucho con Pedro, me enseñó cómo utilizar el cuerpo, cómo mejorar en el juego y también la alimentación, me enseñó mucho sobre lo que es ser un buen profesional del baloncesto". En Zaragoza ha tenido dos. "Cada entrenador te enseña e intento aprender mucho de él. Andreu es un gran entrenador que ha venido en un momento difícil y nos ha ayudado. Creo que soy afortunado de poder trabajar con buenos entrenadores".

Pero, con su edad, no se conforma y sabe que tiene camino por delante. "Quiero mejorar en todo porque creo que puedo mejorar en todo, en tiro puedo mejorar mucho por ejemplo, pero estoy trabajando en todos los aspectos y cuando termine la temporada seguiré trabajando para seguir creciendo".