Los incidentes que protagonizó la hinchada croata con peleas y el lanzamiento de bengalas empañaron la brillante remontada de la República Checa que logró un empate (2-2) de infarto ante Croacia que le mantiene con vida. La tensión creció en las gradas en los últimos instantes, ya que el árbitro tuvo que interrumpir el partido durante seis minutos al lanzar la hinchada croata varias bengalas y un petardo que dejó afectado a un empleado del estadio. Después de que la policía interviniera en la grada, con los jugadores croatas pidiendo calma, se reanudó el partido. "A ver si podemos jugar contra España. Tal vez nos tengamos que ir para casa por lo que ha ocurrido", lamentó Rakitic. Croacia teme un castigo de la UEFA por estos incidentes.

En el césped, el gol en el tiempo de descuento de Necid otorgó el primer punto a la selección checa. El seleccionador checo, Pavel Vrba, puede atribuirse gran parte de responsabilidad en la buena reacción que tuvo su equipo. Dos de sus cambios, Necid y Skoda, fueron los autores de los dos goles checos. En la primera parte, Croacia controló claramente el juego y Perisic abrió el marcador. Tras la reanudación, los checos trataron de reaccionar, pero enfrente tenían a un rival implacable. Rakitic pareció sentenciar, pero Skoda y Necid, de penalti, firmaron la igualada definitiva.