Italia, como ha recordado Conte, su seleccionador, apela a la emoción para eliminar al campeón de Europa. "Nada es imposible", pregonó el técnico, recurriendo al factor emocional como motor que mueva a sus futbolistas. "No estamos aquí para irnos a casa ni ser tampoco las víctimas de España", dijo Conte, instando a ir más allá "de la razón" para encontrar los argumentos futbolísticos que le permitan colarse en los cuartos de final de la Eurocopa. Conte se puso en la sala de prensa el disfraz de jugador, convencido de que su mensaje calaría todavía más en su equipo. "Sabemos que España es una de las favoritas, es uno de los mejores equipos del mundo", dijo.

"Este es un partido sin mañana. Debemos hacer mal a España cuando tengamos el balón. Es España quien debe estar atenta a nosotros", exclamó Conte.