Llega el Real Zaragoza a Cádiz con su casillero de victorias aún en blanco tras ocho salidas con un balance de solo cuatro empates en el saldo positivo. La Tacita de Plata tiene que ser el escenario para dejar atrás una rémora que obliga a que el equipo no falle en La Romareda y lo hizo con las tablas ante el Reus. El Cádiz, otro recién ascendido, pero de más lustre que el equipo catalán, lleva los mismos puntos que los zaragocistas, 21, y solo ha perdido un duelo en su feudo, por lo que la tarea de firmar el primer triunfo de visitante no será sencilla en un Carranza donde se espera lluvia y un césped quizá pesado.

La última vez que el Zaragoza visitó este escenario fue el 4 de diciembre del 2005, hace más de 11 años, y también lo hacía, entonces en Primera, con una trayectoria muy floja como visitante. Acabó ganando, con goles de Cani y Ewerthon. Así, el de Torrero tiene ocasión de reescribir la historia. La reciente dice que el Zaragoza no gana en un desplazamiento desde el 16 de abril, en Valladolid. Los cuatro últimos encuentros del curso pasado, incluida la vergüenza histórica de Palamós, y los ocho de la actual constituyen una eterna travesía por el desierto, más dura aún por el tamaño de los enemigos, a la que hay que poner fin cuanto antes. Mejor hoy que en la siguiente salida en Vallecas con el Rayo.

El Zaragoza llega con muchas bajas (Ros, Edu García, Xumetra o Marcelo Silva) que apuntan a devolver plaza de titular a Bagnack y a Barrera, quizá también a Erik Morán, casi desaparecido con Agné. Y arriba también con dos partidos sin ganar, la derrota en Getafe y el empate con el Reus, que han rebajado el efecto de la llegada del nuevo entrenador. Un nuevo tropiezo enfriaría del todo la mejoría de sensaciones que se percibió de forma clara tras aterrizar el míster de Mequinenza, porque es verdad que la forma de caer en el Coliseum, en un buen partido global, no supuso dudas, pero sí que el empate en casa contra el conjunto reusense fue un buen jarro de agua fría. El Zaragoza, a un punto del playoff y a seis del ascenso directo, está a tiempo de todo cuando el calendario aún desgrana hoy la jornada 17 de las 42 de esta eterna e igualada categoría de plata. Pero necesita enlazar una buena racha, ratificar sensaciones con resultados y no volver a caer en la vulgaridad que ya se vio con Luis Milla y que solo conducía a otra temporada en la categoría de plata que, desde el punto de vista económico y en la actual coyuntura, sería difícil soportar.

UN RIVAL INTENSO

El Cádiz, equipo al que dirigió Agné, logró retornar en junio a Segunda gracias a la apuesta por Álvaro Cervera. Cogió al equipo en abril, lo metió en el playoff y lo subió. En la categoría de plata está haciendo un buen papel con un bloque aguerrido, intenso y ordenado, con poco brillo y mucho trabajo. El Zaragoza se reencuentra con José Mari, tan disciplinado como escaso de talento, uno de los jugadores que Pitarch apartó en la 13-14, y con Ortuño, ese delantero fuerte tan necesario en Segunda que se marchó en enero y que lleva ya 8 dianas. Seguro que a ambos no les faltará motivación hoy. Ante su gente, ante esa afición pasional en lo bueno y en lo malo y divertida a la vez, el conjunto amarillo solo ha perdido con el Oviedo y ha sacado 15 puntos de 24 posibles.