Sevilla y Manchester United empataron (0-0) en la ida de los octavos de la Champions tras un partido intenso y en el que el equipo español tuvo ocasiones más claras, pero no las aprovechó por la estelar actuación de David de Gea, con lo que la eliminatoria queda abierta para la vuelta en Old Tradfford. El primer periodo fue trabado, con los dos equipos muy ordenados, aunque los sevillistas tuvieron dos opciones clarísimas para marcar en sendos testarazos del francés Nzonzi y del colombiano Muriel casi al final, pero De Gea lo evitó con dos paradones, mientras que en el segundo siguió la misma tónica, con los andaluces buscando con más ahínco el gol, pero sin efectividad.

Se medían por primera vez oficialmente los dos últimos ganadores de la Liga Europa (los locales en el 2016 y los ingleses en el 2017), en el primer asalto de los octavos de la Liga de Campeones entre un Sevilla que sueña con su primer pase a cuartos bajo este formato, en su cuarto intento, y el histórico United, con tres Copas de Europa y un gran poderío económico y deportivo. Mourinho dejó en la suplencia al medio francés Paul Pogba, recién salido de una dolencia, y sacó en su lugar al joven inglés McTominay y en un tridente ofensivo a los españoles Ander Herrera, que se lesionó, y Mata y al chileno Alexis Sánchez con Lukaku en punta.

Pese al potencial de los ingleses, con mucho orden y una presión alta para aprovechar su velocidad arriba, el equipo español comenzó con brío e intensidad, vigilante atrás y también queriendo imprimir ritmo al juego, y pronto avisó de sus intenciones con un tiro lejano y flojo del colombiano Luis Muriel y otro alto de Banega.

En una primera mitad dura, de prevalencia defensiva en un encuentro cerrado y con pocas oportunidades de gol, los Red Devils sólo asustaron en dos ocasiones, en un balón lanzado por Alexis a la espalda de la zaga que el belga Lukaku, solo, malogró al mandarla a la nubes y en un disparo lejano de Scott McTominay que despejó Rico.

El Sevilla, con Banega al timón y en especial Correa muy activo pero sin pegada, nunca le perdió la cara al choque, llevó más el peso del juego y tuvo dos grandes opciones para marcar, pero David de Gea, con dos paradones, salvó el gol en dos testarazos del galo Nzonzi y Muriel en los últimos instantes de este periodo.

En la reanudación, el equipo de Montella salió con la misma fe y ganas, dispuso de un mayor dominio con un juego más ofensivo y elaborado que su rival, aunque el United tampoco se arredró, siguió a lo suyo, con su fútbol de control, aunque trató de salir con velocidad y peligro cada vez que recuperaba la pelota. Aún así, los hispalenses, sólidos atrás, mantuvieron el tipo y dispusieron de varias: Muriel, quien a 19 minutos del final no llegó de milagro a un gran centro de Sarabia, o Correa y Sandro, que salió en los últimos minutos por el colombiano. Mientras, el conjunto de Mourinho, tras salidas rápidas al ataque que siempre fueron baldías, se estiró en los últimos minutos para buscar un gol que hubiera acrecentado, a priori, sus opciones para la vuelta. El partido concluyó sin goles.