Era un secreto a voces que Rubi no iba a continuar en el banquillo de la Sociedad Deportiva Huesca la próxima temporada en Primera División, pero ayer fue la confirmación oficial. Lo comunicó de su propia boca en la rueda de prensa previa al duelo de mañana ante el Nástic de Tarragona, partido que le servirá para despedirse de la afición oscense en El Alcoraz.

Se marcha uno de los entrenadores más importantes de la historia del club azulgrana, si no el que más. Ha conseguido a lo largo de la temporada mantener las virtudes del equipo que dejó perfilado Anquela y que disputó el playoff de ascenso ante el Getafe y potenciarlas para guiar a los altoaragoneses a la máxima categoría por primera vez en su historia, un hito irrepetible y un reto mayúsculo que ha solventado con matrícula de honor.

Tiene 75 puntos, es el tercer mejor ataque, la cuarta mejor defensa y está a punto de culminar una campaña para enmarcar que solamente peligró pasado el ecuador de la competición con una racha de ocho partidos sin ganar que se solventó a lo grande, con cinco triunfos y un empate que le han llevado, con dos jornadas por delante, a estar en Primera y a seguir en la pelea por ser campeón.

«No vamos a estar aquí el año que viene», comenzó el todavía entrenador del club altoaragonés. Eligió el día de ayer por pasar la resaca del ascenso y los días de locura que están viviendo y «porque no puedo hacer que la Sociedad Deportiva Huesca esté esperando mucho tiempo». «Hoy mi asesor de prensa se lo ha comunicado a la propiedad y me hacía ilusión despedirme de la afición y de todo el mundo el domingo», agregó.

AGRADECIMIENTOS

Como sucede en las despedidas, sobre todo en las que dejan un regusto tan agradable como la de Rubi, llegó el turno para agradecer «tremendamente a todos los que hemos formado la SD Huesca en todos los sentidos, desde los periodistas hasta la afición, porque sin el apoyo de todos sería imposible. Gracias de corazón», comentó.

Sobre los seguidores azulgranas, el entrenador resaltó que ha percibido el cariño que le han brindado, así como que se ha sentido «muy querido» y que por ello en la celebración del ascenso del pasado martes lo pasó «muy mal».

De todos modos, explicó, «me voy muy satisfecho de lo que hemos hecho entre todos. Cada día me demuestra más el fútbol que es mejor salir de los sitios con cariño que con una patada en el culo y nunca se sabe si será un ‘hasta pronto».

SU FUTURO

No quiso desvelarlo «porque no están las cosas cerradas», pero Rubi será el próximo entrenador del Espanyol. Además, quiso dejar claro que «todo se ha madurado durante la semana», una vez logrado el ascenso. «Al minuto de haber tomado la decisión se ha informado a la dirección deportiva, a la propiedad y a los jugadores. No tengo ni una duda de que se ha hecho un esfuerzo para que siguiéramos y al club hay que disculparlo 100%, porque el que toma la decisión es Rubi», explicó.

De su etapa se queda con que ha sido «una experiencia extraordinaria y estos días nos los vamos a llevar siempre con nosotros». El ascenso es algo que hemos logrado desde la hermandad y la comunión», destacó. Por último, Rubi quiso dejar un mensaje para su futuro sustituto: «Que ayude a modernizar el club, pero que no se olvide de que es una familia».