El laboratorio del doctor Valverde reserva para otra ocasión el ensayo de un tridente formado por Griezmann, Luis Suárez y Dembélé. En el primer partido ante el Nápoles (2-1), en el Hard Rock de Miami, el entrenador saltó la pantalla que se intuía ante la ausencia de Messi. Marcaron Busquets y Rakitic.

Los destellos de Dembélé en los últimos 35 minutos del encuentro quizá hubieran recompensado la brillantez del gol en la conjunción con el otro francés y el uruguayo. ¿Quién lo sabe? Valverde prefiere esperar mientras dosifica también las apariciones de De Jong, el otro gran refuerzo del Barça.

Mientras, Rakitic lo pone muy difícil a quienes especulan con su figura como moneda de cambio para equilibrar el vestuario y la masa salarial en el supuesto de que retorne Neymar. Mostró casi todas sus virtudes, incluido el gol, respaldando al entrenador convencido de lo imprescindible que sigue siendo el croata.