La magia del fútbol y el encanto de los playoffs de ascenso. Una oda a la emoción. El Brea obró el milagro en la última jugada, con el partido agonizando, con el colegiado ya prácticamente con el silbato en la boca y tras sobreponerse a un gol muy tempranero del Teruel y fallar un penalti para eliminar al conjunto de César Láinez y citarse con el Tarazona en el partido decisivo por subir a Segunda División B.

El héroe fue Raúl Rubio, que en un córner, hasta con Unai Calavia ahí en el meollo a ver si la cazaba, marcó el gol de la victoria, el que necesitaba el Brea para pasar al haber terminado tercero antes del parón, por debajo del Teruel.

Más allá del concepto de justicia, que es muy subjetivo en el fútbol, el Brea se mereció más que el Teruel. Quizá por la necesidad de ganar, pero sobre todo porque, después de los 20 primeros minutos, fue mejor. Se tuvo que sobreponer al inicial tanto del Teruel, obra del punta Borja Domingo desde el interior del área al aprovechar un buen centro lateral y la pasividad de la defensa del Brea.

El tercer clasificado no espabiló hasta que Uros Matic midió mal un balón y arrolló a Veintemilla. El penalti, con los mismos protagonistas, lo detuvo el guardameta, dando algo de vida al Teruel. Eso sí, lejos de venirse abajo el Brea, Carrasco se inventó una gran jugada que Nacho Martínez clavó a la red con mucha tranquilidad y templanza. En el tramo final de la primera parte el Brea se vino más arriba, pero sin crear grandísimo peligro.

En la segunda mitad, entre que al Teruel le valía el resultado y que el Brea guardaba fuerzas para el tramo final y decisivo, apenas hubo acercamientos. Se tranquilizó el duelo y cogió impulso para lo que estaba por llegar, sobre todo después de la pausa de hidratación y el carrusel de cambios, que ralentizaron el encuentro.

Dieste probó fortuna con un peligroso lanzamiento que se fue al lateral de la red y el Teruel, para los últimos minutos, dispuso cinco defensas para defenderse con todo de las acometidas de un Brea al que, eso sí, hasta el descuento, le costó inquietar a Uros.

Así hasta los minutos de añadido, donde sí que sí los de Jardiel fueron a tumba abierta y a por todas. Barrero evitó que Emilio armara un disparo peligroso y, en la acción previa al córner del gol, Uros Matic se sacó de la chistera una mano milagrosa a un lanzamiento envenenado, aunque nada pudo hacer segundos después en el saque de esquina que remató Raúl Rubio. Euforia en el Brea, que ya espera al Tarazona en la eliminatoria final para subir, que será el próximo sábado.